El brote de A Mariña obliga a ajustar el número de alumnos por aula y reforzar el personal para la ABAU en Viveiro

Una profesora vigila una clase mientras estudiantes de las asignaturas
Una profesora vigila una clase mientras estudiantes de las asignaturas - Marta Fernández Jara - Europa Press
Publicado: lunes, 6 julio 2020 17:47

La CIUG cambia la directriz sobre el uso de mascarilla en el aula tras la orden publicada por Sanidade, que entraba en contradicción con su protocolo

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El brote registrado en la comarca de A Mariña ha obligado a la organización de la selectividad a reforzar el dispositivo de seguridad para el IES Vilar Ponte. Este instituto de Viveiro (Lugo) acogerá las pruebas para cerca de 300 jóvenes y las medidas decretadas para la zona han llevado a ajustar el número de alumnos por aula, para acomodarse a la nueva distancia interpersonal, y a incrementar el personal desplazado para vigilar los exámenes y el cumplimiento de los criterios de seguridad.

El documento impulsado por la Consellería de Sanidade, que incluye las medidas relativas al aislamiento por la COVID-19, entró en vigor esta noche y la Comisión Interuniversitaria de Galicia ha realizado algún ajuste en la organización de las pruebas e incluso en el protocolo ante la COVID-19 que sirvió de base para todas las comisiones delegadas.

Uno de estas modificaciones afecta, según informan fuentes de este organismo a Europa Press, a los centros que acudirán a la localidad a hacer la ABAU. Tradicionalmente, el IES Vilar Ponte es la comisión delegada en selectividad tanto para los jóvenes de este municipio como de otros puntos de la comarca y de otras provincias, como Ortigueira.

Ante el rebrote y el cierre de A Mariña, la CIUG ha decidido cambiar la comisión delegada a la que tendrá que presentarse el alumnado de este municipio coruñés, que pasará a hacer la ABAU en la facultad de Humanidades del Campus de Esteiro, en Ferrol. Por otro lado, los jóvenes del IES San Rosendo de Mondoñedo, que iban a desplazarse a Lugo, realizarán las pruebas en Viveiro, donde también se presentarán los alumnos con necesidades educativas especiales.

El total de alumnos se quedaría aún así en una proporción similar a la prevista, pero se reforzará la comisión con vocales y "más vigilantes" con el fin de contar con más profesorado que permita atender a los estudiantes, sobre todo a aquellos con necesidades específicas de apoyo.

Según ha explicado la vicedirectora del IES Vilar Ponte, Paula Sentandreu, se están acomodando las instalaciones del centro y recolocando los puestos para adaptarse a la distancia interpersonal de dos metros, puesto que la disposición de pupitres estaba inicialmente planteada para el metro y medio y la 'nueva normalidad'.

Esta circunstancia ha obligado a "espaciar más" cada clase, y ha calculado que se situarían a unos 14 alumnos en cada una, teniendo en cuenta esta distancia. Asimismo, las instalaciones del centro cuentan con un pabellón preparado para la realización de las pruebas y se aprovecharán todas las aulas posibles para acoger los exámenes en condiciones de seguridad.

CONTRADICCIONES CON SANIDADE

La orden del Diario Oficial de Galicia también ha obligado a modificar el protocolo y las normas de adaptación al contexto de COVID-19 elaboradas por la CIUG. Uno de los puntos del documento publicado reconoce una excepción en el uso de la protección individual para el alumnado de A Mariña, al permitirles quitarse la mascarilla en el momento de sentarse a realizar la prueba.

Este aspecto entraba en directa contradicción con el protocolo de la selectividad, que obligaba al alumnado a usar la mascarilla "en todo momento" dentro del aula. Es por ello que la CIUG remitió una instrucción a los presidente de todas las comisiones de Galicia para acomodarse a la orden del DOG, para que todos los estudiantes puedan hacer los exámenes "en las mismas condiciones" en Galicia.

Otro de los puntos preocupantes de la situación se refiere al confinamiento en sí. En total, están contabilizados 119 positivos y las medidas afectan a una población de más de 70.000 personas en toda la comarca. El protocolo de la CIUG ya preveía esta posibilidad, en el caso de que exista algún alumno en aislamiento por enfermedad o contacto estrecho con algún infectado.

De este modo, el afectado podrá presentarse en septiembre y ser considerado como alumno de convocatoria ordinaria "a efectos de acceso a la universidad". Es decir, que mantendría la prioridad para la preinscripción y el acceso a las titulaciones.

EVITAR LA 'FIESTAS'

La Xunta, por su parte, está incidiendo especialmente en prevenir y vigilar las aglomeraciones y las potenciales celebraciones del alumnado tras concluir las pruebas. La orden del Sergas, de hecho, insta a evitar los grupos de más de diez personas en las zonas externas a las aulas donde se realicen los exámenes y en el exterior de los lugares.

Este lunes, el gerente del Sergas, Antonio Fernández-Campa, indicó en una entrevista con la Radio Galega, recogida por Europa Press, la importancia de "cumplir los protocolos", tanto "antes como después de la prueba", y ha advertido sobre "fiestas u otro tipo de actividades". "Están establecidas (las medidas) sobre su funcionamiento. Preocupa más que una vez que finalicen se lleve a cabo alguna actividad que no se puede llevar a cabo en esta zona", ha insistido.

Sanidade ya advirtió sobre ello el domingo. El conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, defendió la seguridad del proceso y que "no habrá problema" para sacarlo adelante, pero apuntó al ayuntamiento a vigilar las fiestas de alumnos.

"La instalación es buena, hay distancia de seguridad y todas las medidas que se pidieron", indicó pero pidió la alcaldesa de Viveiro que se impidan celebraciones "multitudinarias" al acabar los exámenes porque "ahí está el riesgo". "Hay que procurar que las celebraciones sean en grupos reducidos", indicó.

EL MISMO PROTOCOLO

Respecto a los exámenes en sí, las instrucciones para estas jornadas serán similares para el resto de comisiones delegadas: circuito de movimiento en el inmueble, con entradas y salidas diferenciadas y secuenciales tanto del centro como de aulas, distancias de seguridad, uso de mascarillas, y vigilancia del cumplimiento de las medidas de higiene personal, entre otras.

Se vigilará la limpieza y desinfección de aulas, de los baños y de todos los espacios utilizados por alumnado y profesorado, y habrá cartelería con instrucciones, geles de manos y otros elementos (como bolígrafos de repuesto y mascarillas) para el alumnado que se presente a las pruebas. En todo caso, la directriz es clara: cada persona será responsable de cumplir las medidas de protección individual (limpieza de manos, distancia interpersonal y uso de mascarilla).