El 'falso metro' de Conde Roa, las gafas de Bugallo o la estrella nacionalista con caramelos del BNG de Teo, los obsequios más originales
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 May. (EUROPA PRESS) -
Caramelos, banderolas, bolígrafos, pañuelos y mecheros son regalos recurrentes en una campaña electoral en la que los principales partidos gallegos --PPdeG, PSdeG y BNG-- se han ajustado a rajatabla a la austeridad que manda en tiempos de crisis. Sólo en casos puntuales, como el del BNG de Teo, la imaginación sustituye al 'merchandising' más tradicional.
La apuesta de las formaciones gallegas por la innovación a la hora de echar sus redes --sociales-- para captar votos en internet contrasta con la elección de los regalos más tradicionales para quienes asisten a sus mítines de tarde, mientras que en los paseos y actos electorales de mañana prima el reparto de folletos y dípticos con las promesas electorales de los candidatos.
Uno de los más innovadores en el apartado de propaganda es el aspirante popular a la Alcaldía de la capital gallega, Gerardo Conde Roa --también conocido como 'CR11'--, que en algún evento ha repartido un particular mapa del metro de un Santiago "que no existe". Mientras, la mayor parte de sus compañeros de filas tiran de mecheros, bolígrafos y pañuelos para obsequiar a quienes se desplazan hasta sus mítines para escuchar sus propuestas.
De la austeridad en los regalos no se libran ni siquiera los candidatos populares en las principales ciudades. Así, si en el gran mitin de A Coruña, con Carlos Negreira, como principal protagonista, lo que más se pudo ver fueron banderas del PPdeG, el candidato lucense, Jaime Castiñeira, ha convertido agendas, sombreros y abanicos en sus objetos fetiche en esta campaña.
Por su parte, los populares de Pontevedra apuestan por regalar, además de los tradicionales bolígrafos y mecheros, unas pulseras del PP. En Ourense, el aspirante a la Alcaldía de la formación conservadora, Rosendo Fernández, ha optado por regalar llaveros y bolígrafos, alguno con el símbolo 'V' como anticipo de la victoria que espera lograr en las urnas.
LAS GAFAS DE BUGALLO
También bajo la premisa de contener los gastos en época de crisis, los socialistas gallegos han convertido los mecheros, pegatinas, chapas, globos y camisetas en algunos casos en sus obsequios de campaña más habituales, junto con las banderolas de Galicia y del PSdeG que se ven en cada uno de sus mítines. A partir de esa base, en cada localidad los candidatos se han esforzado por diferenciarse.
De este modo, en Xinzo de Limia (Ourense), se repartieron claveles rojos, mientras que en Ares (A Coruña), el candidato optó por regalar la docena de rosas que adornaban el escenario al finalizar el mitin. A su vez, en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), los regalos estrella fueron unos abanicos rojos y unos sombreros de paja.
Por su parte, en las principales ciudades, el regidor vigués y candidato a la reelección, Abel Caballero, ha elegido como uno de sus obsequios más originales una taza roja --'mug & spoon'-- que luce el lema de 'Vigo sí'. Por su parte, el alcalde y cabeza de lista del PSdeG compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, regala unas gafas rojas que imitan a las suyas, en honor a su lema 'La mirada de la confianza'.
EL BNG, EL MÁS ORIGINAL
Como no podía ser de otro modo, los nacionalistas gallegos tampoco se libran del corsé de la austeridad en esta campaña, con chapas, pegatinas y bolígrafos como regalos más habituales, aunque hay excepciones como en Teo (A Coruña). En esta localidad, el tradicional 'merchandising' ha adoptado forma de artesanía y los asistentes al mitin del portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, y del candidato a la reelección, Martiño Noriega, fueron sorprendidos con paquetes en forma de estrella nacionalista con caramelos dentro, a modo de regalo.
Pero no sólo eso. Para ayudar a financiar la campaña, la artesanía de materiales como el fieltro, que habitualmente adopta diferentes formas en ferias y mercados, saltó a escena en la carrera hacia las urnas del Bloque de Teo. Así, a las puertas del local social de A Ramallosa donde tuvo lugar el mitin central en esta localidad, se vendieron broches, marcapáginas, collares y fundas para gafas con los símbolos nacionalistas, hechas a mano.
La originalidad del BNG también hizo acto de presencia en O Porriño (Pontevedra), con tarjetas postales recordando las mejoras realizadas durante la etapa de gobierno Raúl Francés con originales mensajes, mientras que los nacionalistas de Ribeira (A Coruña), con el PP instalado en el gobierno desde hace años, recuerdan que 'nunca choveu que non escampara --nunca llovió que no escampara--' en sus pegatinas, lápices y paraguas, el obsequio estrella.
ESCENOGRAFÍA
En lo que se refiere a la puesta en escena de sus actos, los partidos gallegos tampoco han optado por innovar en exceso durante esta campaña. Así, los populares trabajan con el tradicional escenario en el que hablan los candidatos, mientras que a sus espaldas se pueden leer sus lemas de 'Galicia quiere' y 'Centrados en ti', adaptados a los distintos municipios y todo marcado por el azul corporativo del PPdeG.
Aunque ha veces hay excepciones, como en el caso de O Carballiño (Ourense), donde un mago aficionado, que además iba en la candidatura de los populares, amenizó la espera con un truco previo al mitin, la apuesta de los populares para esta campaña ha sido acortar la duración de los actos y hacer más llevadera la agenda de su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, también presidente de la Xunta, que suele hablar antes que el candidato, en el que se quiere centrar el protagonismo.
En el caso de los socialistas gallegos, tampoco se han adoptado grandes innovaciones para esta campaña y en su puesta en escena cobran también importancia los colores corporativos de la formación que lidera Manuel 'Pachi' Vázquez, que a veces se dirige a su público con un grupo de jóvenes socialistas a sus espaldas, metáfora del futuro del partido. En el escenario, rojo y con tonos grises, se puede leer el lema 'Para que gane tu ayuntamiento'.
Por último, el BNG ha retomado el tradicional escenario orientado hacia el público en sus mítines, tras la innovación de Anxo Quintana en las autonómicas de 2009, en las que se abandonó el clásico atril por un modelo de micrófono de corbata, en un escenario cuadrado con público a los cuatro lados --tipo coso taurino--. Los carteles lucen los clásicos tonos del BNG, azul con la estrella roja, pero innova con un verde pradera y azulón que le da un nuevo toque de modernidad.
