CdC.- Wang apunta que la "sombra de Fraga" influyó en la elección del proyecto y calcula en 600 millones el coste total

Actualizado: miércoles, 7 noviembre 2007 20:31

Augura que el complejo necesitará "cada vez más dinero" y sugiere hacer una CdC "que atraiga" para evitar "que sea una tumba vacía"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

El arquitecto alemán Wilfried Wang, quien en 1999 fue el único miembro del jurado del concurso internacional para el proyecto de la Cidade da Cultura (CdC) que votó en contra del proyecto de Peter Eisenman, afirmó hoy que la "sombra" y el "miedo" a la opinión de Manuel Fraga, el entonces presidente de la Xunta, influyó en la elección del diseño. Como ya aventuró hace casi nueve años, auguró que el coste aumentará y lo situó en los 600 millones de euros.

Wang, actualmente profesor de la Universidad de Texas (EE.UU.), compareció hoy en la Comisión de Investigación sobre la CdC y ofreció sus "opiniones" sobre el concurso de ideas --al que puso varias pegas, como la escasa presencia de arquitectos en el jurado o que no se usasen informes técnicos sino entrevistas--, sobre el proyecto de Eisenman --del que criticó su "tamaño excesivo" y por "no innovador", entre otros-- y sobre lo "irresponsable" de no limitar costes en una obra arquitectónica o de arte.

A raíz de su participación en el concurso de ideas para el proyecto de la Cidade da Cultura, este experto concluyó que en estos procesos es "mejor" que los jurados "tengan miembros independientes", de forma que defendió que estén integrados en su mayoría por arquitectos y abogó por "asegurarse que no existan redes locales que puedan manipular".

Esta manifestación inicial, posteriormente la completó cuando, preguntado por el BNG y el PSdeG sobre si la elección del proyecto de Eisenman fue una decisión política, Wang no dudó en afirmar que "Fraga era la sombra que se proyectaba encima del jurado". Incluso, admitió que "cree" que sí había "miedo" a lo que pensase el entonces presidente de la Xunta y que "tenía la noción de que este dirigente autonómico se creaba su propia tumba se debatía en el propio jurado".

Este miembro del jurado no ocultó que su preferencia era el proyecto del arquitecto Stephen Hall --al que inicialmente también apoyaron otros participantes en el tribunal-- y dijo que no protestó por el hecho de que no se difundiese con el fallo del jurado su voto particular por entender que su trabajo en el concurso había concluido. "No puedo contestar porqué no fue más transparente la comunicación con el público", aseveró en relación a que se declarase un fallo "unánime" en favor de Eisenman.

En sus intervenciones hoy en la comisión, Wang cuestionó el proyecto de paisaje propuesto por Einsenman, tanto por su excesivo tamaño --que dijo era visible incluso para alguien que no fuese arquitecto al comparar el tamaño de los planos presentados-- y por su falta de concreción --pese a la "esperanza" de que se pudiese definir más a posteriori-- como en lo referente a la idea conceptual de la concha de vieira y el entramado de calles del Santiago medieval, que consideró "un sistema opaco" y que es algo que no se percibirá en los edificios.

AUMENTO DEL COSTE.

También asumió que en un primer momento estimó que el coste pasaría de los 108 millones previstos en el concurso unos 380 millones --cantidad sobre la que ronda el gasto previsto actualmente-- y añadió que ahora puede elevar su calculo hasta "los 600 millones de coste final" --el BNG llegó a admitir 500 millones--, a pesar de que reconoció que en Galicia los costes de construcción son "más bajos" que en otros puntos de España o fuera. Advirtió de que habrá "costes adicionales que van a ser un problema para cualquier gobierno", ya que advirtió de que será necesario dinero para el mantenimiento.

Wilfried Wang reconoció que "los políticos y los arquitectos en todas partes son muy económicos al hablar de los costes finales", pero puntualizó que "la mejor arquitectura" es el "resultado" de que "un buen cliente no debería dejar llegar a estos costes". Consideró una "irresponsabilidad" no poner limites a un arquitecto, por entender que sería dar "un cheque en blanco" y vinculó a la capacidad profesional el ajustarse a lo que se establezca.

En cualquier caso, admitió que "superados los problemas de coste serán dueños de un importante edificio", pero insistió en que en 1999 "podían haber tenido uno mejor". Insistió en que entiende que "la remodelación de un monte para ser un monte", como definió el proyecto de Eisenman, "no es el símbolo que podría llevar a Galicia al siglo XXI", pero aseguró que el complejo en construcción "hay que terminarlo, llenarlo de vida y venderlo".

"Van a tener que tener millones y traer a personas brillantes y con ideas para hacer un programa que atraiga y que sea visitado, sino va a ser una tumba vacía", auguró este profesor de arquitectura.

EVITAR "SEGUNDO DESASTRE".

Ante la dialéctica de los distintos grupos en relación a la responsabilidad de cada gobierno en la CdC, este experto insistió en que "da igual quien gane las próximas elecciones" porque insistió en que el equipamiento y el mantenimiento hará necesario "cada vez más dinero". "Esto es algo en lo que tiene que existir compromiso político, porque sino será un segundo desastre", puntualizó, al tiempo que sugirió que se mejore la comunicación del complejo con Santiago.

El portavoz del BNG en la comisión, Xosé Ramón Paz Antón, aprovechó para criticar "la opacidad y oscurantismo" de la información facilitada por la anterior Xunta en torno a la CdC y dijo que "lo importante es conocer lo que pasó para evitar que se vuelva a repetir". Por su parte, su homólogo del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, abogó por recoger en el dictamen de la comisión algunas de las sugerencias de Wang en relación al concurso de ideas.

Por su parte, el representante del PPdeG, Ignacio López-Chaves, recordó que Manuel Fraga "sigue vivo" y que hoy mismo dijo que "su tumba" estará en Perbes, localidad de Miño (A Coruña). También aludió a que lo dicho por Wang es "una opinión" y recordó que el jurado estaba compuesto por más miembros, algunos de los cuales fueron "vetados" por el PSdeG y el BNG en la comisión.