SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Fegamp y alcalde de Lalín, Xosé Crespo (PP), consideró que en Galicia "no hay, ni por asomo, la demanda de vivienda protegida que prevé la Xunta" y denunció que con el porcentaje fijo de reserva del 30 o el 40 por ciento que propone la Consellería de Vivenda "se van a inviabilizar" los Planes Generales de Ordenación Municipal (PGOM).
Crespo, que dejará su cargo en la Fegamp el próximo 22 de noviembre, aprovechó una entrevista concedida a Europa Press para avisar de que "si el nuevo equipo de la federación no va por la vía del consenso, será un fiasco". En cuanto a la situación de su partido, aseguró que la dirección del PPdeG "tiene el respaldo unánime" de toda la formación y en el plano personal apuntó que, a pesar de estar dispuesto a "sacrificarse", su proyecto "básicamente se llama Lalín".
El regidor lalinense consideró "una intromisión total en la vida municipal" el porcentaje que la Lei de Vivenda exige a los ayuntamientos reservar para vivienda protegida y denunció que la consellería no contactó con los municipios en la elaboración de la normativa. "Si nos hubiesen escuchado, hubiésemos enriquecido ese proyecto", sentenció.
En todo caso, quiso dejar claro que la Fegamp no se opone a la reserva de suelo, sino a que sea un porcentaje fijo, ya que "lo que vale para Vigo no vale para Lalín" y viceversa. Así, pidió "sentido común" para establecer ese porcentaje y consideró que "en algún ayuntamiento a lo mejor tiene que ser el 40, el 50 o el 60 por ciento", del mismo modo que en otros, "si pones un 40 por ciento por sistema y no hay demanda, bloqueas el desarrollo del ayuntamiento".
"Si se nos hubiese escuchado, habría en algunos sitios más y en otros menos porcentaje de lo que propusieron ellos", insistió Crespo, que consideró que la conselleira, Teresa Táboas, "se columpió". Frente a ello, abogó por crear registros municipales para conocer la demanda real de vivienda protegida y hacer así "planes acordes a la realidad socioeconómica de cada municipio".
En ese sentido, consideró que la Xunta "pretendió vender que todo el mundo va a tener una casa lo más barata posible" y advirtió de que con esta medida lograrán justo lo contrario, "encarecerla". "Muchos de los que legislan están en la inopia, quieren hacer cosas que teóricamente son muy bonitas pero que no son aplicables a la realidad socioeconómica de Galicia", concluyó.
URBANISMO.
También en materia de urbanismo, Crespo consideró que la Lei do Solo aprobada en 2002 "fue un punto de inflexión" porque se pasó "del todo vale al no se puede hacer nada". Por ello, interpretó que es necesario "suavizar esa ley, adaptarla y hacerla pragmática", para lo cual la Fegamp ha propuesto "de forma unánime" una serie de modificaciones en el texto "para hacer las cosas lo más rápido posible y teniendo en cuenta que hay que dar salida a la situación".
Así, advirtió de que "una situación estancada lo único que puede hacer es pudrirse" y trasladó a la Xunta que es necesario un pacto por el territorio. "Se lo llevo diciendo al presidente Touriño desde que llegó al poder", indicó el máximo responsable de la Fegamp, que pidió que el acuerdo incluya la reforma de la Lei do Solo, su reglamento, las directrices de ordenación de territorio, el plan de litoral, el plan de vivenda y las cuestiones medioambientales.
"A día de hoy, los ayuntamientos tienen los deberes sin hacer, pero la Xunta también", recordó el dirigente popular, que acusó a la Administración autonómica de intentar hacer ver "de manera demagógica" que la culpa de la mala ejecución urbanística de Galicia es de los ayuntamientos. "Y es mentira", enfatizó, antes de apuntar que "ahora meterse a hacer urbanismo es casi de kamikazes y no debería ser así".
Para Crespo, "la responsabilidad es compartida y la falta de cultura en urbanismo es culpa más de la Xunta que de los ayuntamientos". Además, achacó a un problema de "ver quién indemniza" que la Xunta ordene la paralización de alguna obra a los municipios, a pesar de que "tiene la potestad de hacerlo" directamente.
Según explicó, "es más cómodo" para el Ejecutivo que sea la Corporación local la que paralice, porque si los promotores exigen daños y perjuicios por la paralización, debe ser la administración que lo ordena la que indemnice. Así, advirtió de que algún ayuntamiento podría acabar "en quiebra técnica" e insistió en que la Xunta "tiene potestad para paralizar directamente una obra y llevarla al juzgado".
CRÍTICAS AL EJECUTIVO.
Xosé Crespo también criticó al Ejecutivo por los incumplimientos en el desarrollo del Pacto Local y, especialmente, por el Consorcio de Servizos Sociais. En concreto, esperó que el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, le conceda una reunión urgente para abordar el tema y "cumpla lo firmado" con los alcaldes.
"Quintana afirma que los ayuntamientos no pidieron gestión directa y eso es falso, porque hubo algunos que la pidieron y se les dijo que no", denunció el presidente de la Fegamp, que aseguró que hubo regidores que no entraron en el consorcio "por esos problemas" y consideró que "si se arreglan, podrían entrar todos, que es lo deseable".
Consultado por las voces en el seno del PP que le acusan de no haberse mostrado así de crítico en sus anteriores años de mandato, Crespo advirtió de que la Fegamp "no es un lugar para hacer oposición a nadie". "No me arrepiento de nada. Tuve un trato muy cordial con el Gobierno Fraga y tuve un trato muy cordial con el Gobierno bipartito", destacó el popular, que recordó que el 95 por ciento de los acuerdos de la Fegamp se tomaron por unanimidad.
NUEVA DIRECCIÓN.
En esa línea, y "por el bien del municipalismo", advirtió de que el nuevo equipo que encabece la federación "debe ir por la vía del consenso", porque si no "sería un error histórico". "En cualquier momento, si hay intereses partidistas que no defiendan el colectivo, revienta y punto", sentenció, para añadir que no le cabe duda de que la Fegamp "seguirá hablando con una voz unánime".
A pesar de ello, insistió en que el PP considera que la propuesta del BNG para que la Fegamp tenga una presidencia rotatoria "debilita la federación", ya que consideran que si se lleva a cabo se "descabezará" el organismo y "perderá representatividad". Aún así, no intentarán vetar esta posibilidad. "No estamos de acuerdo con la presidencia rotativa, pero lo que no queremos es meternos en el puchero de caldo de nadie", explicó.
SITUACIÓN DEL PP.
Finalmente, consideró que "en absoluto" es necesario reformular los principios del PPdeG, ya que para él está "en una línea totalmente moderna y adecuada a los tiempos", con un presidente, Alberto Núñez Feijóo, "acorde a los tiempos y con ganas de trabajar y preparación".
"En este momento la actual dirección tiene el respaldo unánime de todo el partido, en las cuatro provincias, y nadie lo cuestiona", subrayó Xosé Crespo, también secretario de organización del PP gallego, que reconoció que, tras 16 años en el gobierno, a su formación "le costó trabajo adaptarse a la labor de la oposición".
Sobre su futuro en el seno de los populares gallegos, recordó que en los últimos años tuvo "mucha actividad" y aseguró que ahora sus aspiraciones están "plenamente colmadas". Así, a pesar de indicar que "está demostrado" que es capaz de sacrificarse si el partido se lo pide, sentenció que su proyecto "básicamente se llama Lalín".