A CORUÑA, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El excapitán marítimo de A Coruña Ángel del Real ha manifestado, en el juicio que se celebra por la catástrofe marítima del 'Prestige', que "sin lugar a dudas" adoptaría las mismas decisiones que en noviembre de 2002 --cuando se produjo el siniestro--, y ha reiterado que alejarlo era "menos peligroso" que llevarlo a un puerto refugio, por el "riesgo inminente" de hundimiento.
"No sabíamos si iba a durar cuatro horas a flote o seis días", ha manifestado el excapitán marítimo de A Coruña y actual presidente de la Autoridad Portuaria de Ferrol, en la segunda y última sesión de su declaración como testigo.
En ella, ha rechazado que el alejamiento hubiese agravado el estado del buque y ha recalcado que presentaba ya "daños estructurales graves" y una "sobrecarga". De ésta, ha responsabilizado al capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, por llenar los tanques de lastre con agua, para corregir la escora tras la avería inicial.
En un primer momento, ha considerado que fue "lo más peligroso" y ha planteado como otras alternativas el trasvase de carga a otro tanque o verter fuel al mar. No obstante, a preguntas del abogado de Mangouras, José María Ruiz Soroa, ha precisado que si el capitán no lo hizo, "será porque no podía".
INSTRUCCIONES DE SORS
A preguntas del letrado de 'Nunca Máis', Pedro Trepat, ha negado también que el 13 de noviembre el exdirector general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, le diese la instrucción de llevar el barco fuera de aguas jurisdiccionales españolas.
Así, ha indicado que la instrucción que recibió fue dar remolque y evitar que el barco embarrancase en la costa, así como aseguró que no fue hasta el 14 de noviembre por la tarde cuando se le dio la orden de alejarlo.
También ha ratificado que ese día expertos de Madrid les dijeron que el barco no tenía "solución". En base a ello, ha admitido que lo que querían era "tenerlo lo más lejos posible" y que la "consigna" era alejarlo si vertía.
Antes, preguntado por qué no se envió un ingeniero naval al barco para inspeccionar su estado, Del Real ha dicho que "la ley dice que hay que hacer un estudio, no que tenga que ir a bordo nadie", y ha añadido que los ingenieros que lo hicieron, desde Madrid y con planos, aportaron "lo mismo" que enviando una persona.
En los mismos términos se ha pronunciado al ser requerido por el abogado de 'Nunca Máis' para que explicase por qué no se consultó a expertos ajenos a la Administración hasta el día 19, cuando se hundió el barco. "No lo consideraría el director general", ha señalado, en referencia a Sors.
"AGUAS TRANQUILAS"
También ha admitido que no consultó, en las primeras horas, la posibilidad del trasvase del fuel, sobre el que dijo que un técnico comentó que se "solidificaría". Al hilo de ello, ha considerado que hubiese sido un "daño catastrófico" si el barco hubiese partido "a 10 millas de la costa", a preguntas de la letrada del Estado y defensa de José Luis López Sors.
Respecto al requerimiento de la empresa 'salvadora', Smit Salvage, para llevar el barco a "aguas tranquilas", ha reconocido que esas aguas estarían "en el Golfo de Guinea", a lo que ha precisado, luego, que "pasadas las Azores". Sin embargo, ha insistido en que la orden de las administraciones españolas era alejar el barco de la costa "120 millas".
"EXPERIENCIA POCO AGRADABLE"
Durante su declaración, el excapitán marítimo de A Coruña, que ha reconocido a preguntas de la defensa de Mangouras que tenía la titulación, pero que nunca había mandado un buque, ha dicho que el siniestro del 'Prestige' fue una experiencia "poco agradable".
Incluso, ha manifestado, le llegaron a agredir por la calle y le rayaron el coche. No obstante, ha indicado que no denunció los hechos porque "ya estabamos bastante vapuleados". "La han pagado con los que nos quedamos", ha apostillado.