OURENSE, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, ha rechazado este martes profundizar en la polémica con el número uno por A Coruña de la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE), Xosé Manuel Beiras, quien afirmó en un mitin en Lugo que "Feijóo está matando más gente que ningún grupo terrorista en la historia del Estado español" debido a la reducción "drástica" de la financiación en la sanidad pública.
Preguntado al respecto tras participar en un acto con miembros del sector sanitario y de servicios sociales en Ourense, Núñez Feijóo ha rechazado evaluar la cuestión y ha pedido "respeto" para Galicia y sus ciudadanos. "No tengo valoración a las palabras de Beiras, creo que Galicia se merece un respeto y los gallegos también", se ha limitado a contestar.
Previamente, en una entrevista en la Radio Galega recogida por Europa Press, Feijóo había barajado que las palabras de Beiras podrían ser consecuencia "de la pelea, de la tensión interna y la radicalización" generada por la escisión de las filas nacionalistas. "Sus palabras son los suficientemente claras del talante y de la forma de entender la política del señor Beiras, se califican por sí solas", sostuvo.
Asimismo, Feijóo había rechazado "alimentar una política de descalificación y de enfrentamiento" y reconoció también que su condición de presidente de la Xunta le impide decir lo que piensa. En esa entrevista, el candidato popular había rechazado que la irrupción de AGE en el Parlamento gallego pueda suponer mayores cotas de pluralidad, puesto que "una cosa es ser plural porque hay otros partidos que entran y otra cosa es que un partido político se divida y entre en distintas porciones en el Parlamento".
Además, Núñez Feijóo ya había lamentado anoche, a través de su perfil en 'Twitter', las palabras del histórico dirigente nacionalista, quien esgrimió en un mitin en Lugo que amigos suyos que ejercen la medicina le alertaron de que "la tasa de mortalidad de gente mayor está aumentado" debido a que la crisis económica provoca que las familias tengan que llevar para sus casas a sus ancianos, mientras que antes estaban en residencias "de suficiente calidad".
