SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ratificó hoy su rechazo al nuevo modelo de financiación autonómica pero avisó de que, "por responsabilidad", no renunciará a los fondos adicionales que aporta, sobre todo, porque Galicia tendrá que devolver a partir de 2011 unos 1.900 millones de euros al Estado por la liquidación negativa de "anticipos" recibidos a cuenta en 2008 y 2009.
Éste es el escenario planteado hoy por el jefe del Ejecutivo gallego en el pleno extraordinario para evaluar el resultado de las negociaciones y las posibles mejoras que se puedan lograr en la comisión bilateral que la Xunta debe mantener con el Gobierno central, celebrado dos semanas después de que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) aprobase el nuevo sistema financiero.
No obstante, esta convocatoria extraordinaria de los diputados no logró poner de acuerdo a los tres grupos con representación en la Cámara gallega. De hecho, mientras populares y nacionalistas coinciden en que el modelo es "negativo" para Galicia y en que "no respeta" el consenso alcanzado el pasado día 9 en el Pazo do Hórreo, los socialistas lo ven "bueno", aunque reconocen que es "mejorable".
En todo caso, éste es el único punto en el que convergen PP y BNG, puesto que el portavoz parlamentario de la formación frentista, Carlos Aymerich, acusó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de haber "traicionado" los intereses de Galicia con su abstención. Entiende ésta como una "entrega" a su jefe de filas, Mariano Rajoy, y como "cobardía" ante el Gobierno central.
Frente a esto, el líder autonómico esgrimió que la Comunidad gallega "no puede permitirse" renunciar a los fondos adicionales --que insiste en que se elevan hasta los 654 millones de euros-- porque "no está en condiciones" y, por ello, demandó el "apoyo" de la oposición para tratar de "mejorar un poco" las cifras actuales en la Comisión Bilateral.
En este extremo, el secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, brindó "todo" el respaldo de su partido al jefe del Ejecutivo gallego, aunque criticó que su "abstención inteligente" constituye una muestra de "cinismo". "Es salir corriendo con el dinero y confrontar con el Estado al mismo tiempo", censuró, al tiempo que le instó a "aceptar" el modelo.
"INGREDIENTES" DEL MODELO
Sin embargo, Feijóo confirmó que no va a renunciar a los fondos adicionales del nuevo modelo que, a su juicio, está confeccionado con los "ingredientes" de "un nacionalismo insolidario" y de "un socialismo dependiente".
De hecho, interpretó que la necesidad del Ejecutivo central de mantener su estabilidad parlamentaria le llevó a "negociar con el PSC y, en menor medida, con el PSOE de Andalucía" en lugar de "con las comunidades autónomas".
"Para que Zapatero siga siendo presidente en 2010, necesita los 25 votos del PSC. Ésa es la explicación y no cambiará por mucho que nos sigamos echando la culpa entre gallegos", sentenció.
Sin dar por cerrada la negociación, puesto que todavía restan las comisiones bilaterales, el presidente de la Xunta denunció que se mantiene "el escenario de incertidumbre" que caracterizó toda el proceso previo a la aprobación del modelo, puesto que "todavía no hay cifras concretas" sobre la mesa.
En este sentido, confió en que la comparecencia en el Congreso de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, sirva para confirmar si, "finalmente", los fondos adicionales estarán dotados con "11.000 millones de euros o más".
OPOSICIÓN
Los que hasta el pasado mes de marzo conformaron el Gobierno bipartito volvieron a evidenciar sus diferencias respecto del nuevo modelo de financiación. De hecho, para los nacionalistas es "una revisión del aprobado por el PP" en 2001 y para los socialistas "es mucho mejor". "La prueba es que nadie votó en contra", esgrimió Vázquez.
Por su parte, Aymerich lamentó que el jefe del Ejecutivo gallego "no tuvo valor para decir en Madrid lo que Galicia necesitaba" y criticó que "se limite a hacer lo que dice Rajoy" del mismo modo que los socialistas gallegos se "plegaron" a las exigencias de Ferraz.
"Dice que el debate está condicionado por partidos nacionalistas ambiciosos y reivindicativos. ¿Por qué no lo es usted?", inquirió a Feijóo, tras censurar que "falló a Galicia en su primera prueba". En este sentido, defendió que su posición negociadora "sería hoy más firme" de haber votado en contra del modelo de financiación autonómica en el CPFF.
En cambio, Manuel Vázquez ofreció a Feijóo la posibilidad de cooperar para incluir o corregir criterios que el nuevo sistema no pondera, tales como la emigración y la dispersión. "Estamos abiertos a construir, pero siempre que usted actúe como presidente de Galicia y no del PP", espetó.
Así, ofreció al presidente del Gobierno gallego el "apoyo" de su partido para "conseguir todo lo posible" en las negociaciones bilaterales con el Ejecutivo central. "Pero no para mentir", advirtió, tras acusarle de "mentir por un buen titular" en lo tocante a las cantidades obtenidas en la negociación de la financiación.
"VENDER A GALICIA"
Por último, el portavoz parlamentario del PPdeG, Manuel Ruiz Rivas, consideró que la Comunidad gallega sale "perjudicada" del nuevo reparto de fondos y tildó el nuevo sistema de "injusto e insolidario", puesto que se ha realizado en base a "la estabilidad parlamentaria" del PSOE y para favorecer "a sus caladeros de votos".
De hecho, definió el nuevo modelo como un "chantaje" que fue consumado "con la ayuda de cómplices" que, como el BNG en su momento, "apoyan presupuestos y a ministras infames"; aunque celebró que el cambio de Gobierno en Galicia permitió "un mejor resultado", con la obtención de unos 200 millones de euros adicionales, al pasar de los 438 millones de la oferta a inicial a 654.
A mayores, reprobó que los grupos de la oposición critiquen la posición del presidente de la Xunta y, en este punto, acusó a los socialistas gallegos de actuar como "un ariete" del presidente del Gobierno contra "la puerta de Galicia"; al tiempo que interpretó que el BNG "volvería a vender a Galicia" si continuase en la Xunta.
"Si todavía gobernase el bipartito, tanto el PSdeG como el BNG se habrían plegado a los 438 millones de euros iniciales", sentenció Ruiz Rivas, y argumentó que los socialistas lo harían "para que Zapatero aguantara dos años y los nacionalistas, por su cooperación inteligente".
En todo caso, convencido de que "queda partido" para mejorar la financiación que recibirá Galicia, coincidió con Feijóo en su petición a la oposición de "apoyo" al Gobierno gallego para "conseguir mejores números".