El fiscal concluye que se usaron entre 7 y 13 armas en la reyerta entre clanes gitanos en Lugo que acabó con un muerto

LUGO 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

El fiscal concluyó hoy que se emplearon entre siete y 13 armas de fuego en la reyerta multitudinaria que enfrentó a dos clanes gitanos en el poblado lucense se O Carqueixo, en Lugo, y que se saldó con un muerto.

Así lo destacó hoy el fiscal en sus conclusiones definitivas en el juicio celebrado en los juzgados de Lugo por estos hechos ocurridos en junio de 2005.

Además, un perito de balística de la policía nacional constató que en esta reyerta, en la que falleció una persona y resultaban heridas otras dos por arma de fuego, se utilizaron al menos dos pistolas y dos escopetas, conclusión a la que llegó por los 17 casquillos recogidos por los agentes de la policía nacional, si bien uno de ellos llegó a observar hasta 50.

Con una menor presencia policial se celebró hoy la vista oral, aplazada el viernes por la incomparecencia de dos testigos protegidos. Esta falta no fue tenida en cuenta esta jornada por el alto tribunal a la hora de plantear otro aplazamiento como reclamaron desde las defensas de los cuatro procesados.

En sus conclusiones, que elevó a definitivas, el fiscal rebajó su petición inicial de 48 años en seis años y medio, tras reconocer uno de los imputados haber participado en esta riña tumultuaria. Así, para el principal encausado, al que se acusa de homicidio, pidió 14 años de prisión, además de un año y diez meses por tenencia ilícita de armas y otro año por participación en riña.

Para los otros dos encausados solicitó siete años a cada uno por tentativa de homicidio, un año y diez meses por tenencia ilícita de armas y otro año por riña. No obstante, rebajó la pena y ésta se queda en dos años y medio por tentativa de homicidio, un año por tenencia ilícita de armas y seis meses por participación en riña. Por su parte las defensas piden la libre absolución de sus patrocinados.

INTENTO DE ATROPELLO

Un supuesto intento de atropello que dio paso a una riña tumultuaria el 26 de junio de 2005 concluyó a tiros entre los moradores del poblado gitano de Lugo, que se reparten ente los de "arriba y los de abajo".

Fueron estos últimos, los de abajo, los que se llevaron la peor parte, registrándose en su bando dos heridos y la víctima mortal, Salvador Cortiñas Montoya --hermano del patriarca-- que falleció días después del suceso al no sobreponerse de las heridas que por arma de fuego sufrió en la reyerta.

Al parecer las relaciones entre las dos familias implicadas en estos incidentes eran malas, y en el juicio uno de los agentes instructores declaró que tenía conocimiento de otro tiroteo, sin heridos, y que fue encubierto por ambas partes.