Forenses rechazan que el acusado de matar a su tía abuela en Santiago alucinara y ven su voluntad "levemente disminuida"

Actualizado: jueves, 27 mayo 2010 17:36

El psiquiatra de Teixeiro cree que el consumo abusivo de alcohol "no conlleva especialmente el agravamiento" de su trastorno esquizoide

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 May. (EUROPA PRESS) -

Las forenses que realizaron los informes sobre el joven José Manuel G.P., acusado de matar a su tía abuela Manuela B., de 83 años, en junio de 2008 en su domicilio en Santiago, ratificaron hoy, como recogen en el informe elaborado con las pruebas recabadas y análisis practicados tras los hechos, descartan que tuviera una alucinación cuando sucedió el crimen, pero sostuvieron que "durante un breve periodo de tiempo no ha sido consciente de lo que hacía" y vio su voluntad "levemente disminuida".

Así la médico forense Marta V., que suscribió el informe aportado al proceso que fue elaborado por una compañera, comentó que "lo más probable" es que haya sufrido un arrebato transitorio. Ayer J.M.G.P. ratificó la autoría del crimen, cuyo motivo vinculó con que su tia abuela iba a matar a unos gatos, cuya existencia negaron posteriormente policías que participaron en la investigación porque indicaron que no había rastro de esos animales en la vivienda.

Así, señaló que las conclusiones del informe se basan en el trastorno esquizoide diagnosticado, sumado a la premisa de que consumiera de forma habitual alcohol, a lo que se añade un estímulo. "Y dura poco tiempo", recalcó, precisando que se trata de "segundos o minutos".

"Un estímulo conlleva que, en breve margen de tiempo, el paciente desarrolle una agresión o un homicidio de forma espontánea", afirmó la médica forense, que aclaró que "no existe" la determinación de "cuanto dura" ese periodo "breve".

También explicó que los análisis de sangre realizados transcurridas 24 horas del crimen, arrojaron dos gramos de alcohol, por lo que, según aseguró, "todo indica que el consumo es posterior" al crimen y recordó que en las entrevistas mantenidas con las médico forenses "jamás dijo que había bebido en el momento de los hechos" y atribuyó esa cifra a que "había bebido mucho alcohol" tras lo sucedido. No obstante, admitió que "no se puede determinar" por los análisis realizados "si cuando se produjeron los hechos había bebido".

Marta V. expuso que "no se ha diagnosticado" que el acusado "tenga alucinaciones o delirios" y, a preguntas de la defensa, aclaró que los trastornos de personalidad, como el que padece el procesado, "no afectan a la inteligencia, memoria ni nada". Por ello, insistió en que el trastorno esquizoide, junto con el consumo de alcohol abusivo continuado, provocó supuestamente que el acusado "ha sufrido un momento intenso de ira y su voluntad ha estado ligeramente disminuida".

"NO ES UN ACTO NORMAL"

Por su parte, el psiquiatra consultor de la cárcel coruñesa de Teixeiro, donde está internado el acusado desde los hechos, que lo entrevistó en dos ocasiones para elaborar un informe, Rosendo F.R., también afirmó que las alucinaciones "no aparecen en los trastornos esquizoides" y recordó que éstas "duran horas o días".

Sin embargo, preguntado por el fiscal si discutir con un familiar y ante una negativa matarla por ello puede suponer una alteración psíquica en ese sentido, puntualizó que "no es un acto normal" y dijo que "hubo un desencadenamiento que en otro individuo no hubiera sido posible".

Asimismo, manifestó que el consumo abusivo de alcohol "no conlleva especialmente el agravamiento" del trastorno esquizoide diagnosticado al acusado y recordó que en sus entrevistas "no mencionaba conductas agresivas". También recordó que el acusado le explicó que tuvo "un consumo previo muy escaso" de alcohol "y después del acto un consumo importante de coñac". Matizó, al respecto, que José Manuel G.P. "hablaba de un consumo muy elevado de un litro diario de whisky" y "reconocía que era bebedor importante", lo que, a su juicio, hacía que tuviera un nivel de tolerancia a las bebidas alcohólicas "alto".

Por ello, preguntado sobre si unos 15 centilitros de whisky --unas dos copas-- pudieron alterar sus capacidades contestó que "para nada". "Con cantidades tan mínimas no estaría afectado partiendo de esa tolerancia". En cuanto a su carácter, definió al acusado como un "persona bastante introvertida, fría y poco sociable".

DEFENSA

Por su parte, el responsable de la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), Benito López de Abajo Rodríguez, explicó en la segunda sesión del juicio, que se celebra en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, que se produjeron dos tipos de lesiones en la víctima: unas primeras "cortantes" y unas segundas --que causaron la muerte-- inciso-contusas.

Afirmó en primer lugar, que las primeras causadas no eran profundas, aunque las lesiones en el cuello provocan bastante sangrado, y fueron hechas con el agresor detrás de la víctima, si bien en el segundo caso comentó que cabe la posibilidad de que se produjeran en la misma posición o con víctima y agresor frente a frente.

Lo que no pudo afirmar es que se empleara el mismo arma blanca en las dos agresiones. Por una parte, comentó que en las primeras heridas se usó un arma con filo. "Pudo haber sido un cuchillo poco afilado o un hacha que apareció por allí", sostuvo, pero "nunca usando una fuerza importante", mientras que apuntó que las segundas se empleó un cuchillo.

Posteriormente, comentó que la víctima "debió caer y estar un tiempo" en el suelo "y luego se levantó". Tras las primeras lesiones, que calificó en un caso de "pinchazo" por la poca profundidad, aseguró que la que produjo la muerte se produjo "de pie" y este segundo grupo de lesiones "sangraban más que las primeras".

Además, López de Abajo manifestó que la pérdida de sangre que tuvo la víctima desde las primeras lesiones "lleva a un debilitamiento". Después, explicó que la fallecida presentaba un corte en el pulgar izquierdo y dos moratones en el brazo derecho que atribuyó a "heridas de defensa". "Se vio agredida y levantó primero el brazo derecho y algún golpe cayó contra el antebrazo. Pero no sabemos en qué momento", sentenció.