SANTIAGO DE COMPOSTELA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El mapa de ruido de las carreteras gallegas ha salido este lunes a licitación por un importe de 500.000 euros para cubrir los nueve contratos en que se dividirá esta tarea, que a su vez, fracciona a Galicia en otras tantas áreas de actuación. En total, se trabajará sobre 514,36 kilómetros.
Tal y como recoge el Diario Oficial de Galicia (DOG), los contratos para la elaboración de mapas estratégicos de ruido se elaboran en las carreteras que registran una intensidad media diaria de tres millones de vehículos.
Del total de los 514,36 kilómetros, y según los datos del departamento que dirige Agustín Hernández, 227,59 kilómetros se corresponden con la provincia de A Coruña; 246,48 kilómetros, con la de Pontevedra; 32,78 kilómetros, con la de Ourense; y 7,11 kilómetros, con la de Lugo.
Concretamente, 44,72 kilómetros se corresponden al área Ferrol-A Coruña Este; 83,44, con A Coruña Oeste-Costa da Morte; 25,95, con el área de Santiago; 73,48, con Barbanza-Noia; todos en la provincia de A Coruña. Además, 104,93 kilómetros se corresponden con Salnés-Caldas; 99,51 kilómetros, con Vigo-Morrazo; y 42,44, con Baixo Miño, en la provincia de Pontevedra. En Ourense serán 32,78 y en área de Lugo, 7,11 kilómetros.
Estos trabajos se desarrollan en cumplimiento con la directiva europea 2002/49 y la Ley del ruido, si bien se llevan a cabo con retraso, puesto que tenía que estar listo ya en 2012. El plazo de ejecución de este proyecto será de diez meses.
CINCO AÑOS PARA ADAPTARLAS
Al margen de la elaboración de este mapa de ruido de las carreteras, la Xunta también elabora el decreto para el plan de acción contra el ruido, el cual, según las fuentes de la consellería consultadas por Europa Press, dará a la Administración autonómica un plazo de cinco años para adaptar la red de infraestructuras a los valores de ruido legales. Para ello, se prevé el uso de pantallas acústicas como medidas correctoras.
Este decreto, según las fuentes consultadas por Europa Press, también implica la creación de una comisión de coordinación, puesto que existen diferentes estamentos con atribuciones, como la Xunta y los ayuntamientos. De hecho, una de las obligaciones que acarreará este decreto será la de redactar ordenanzas municipales, para lo que los ayuntamientos tendrán un año.
También se regularán aspectos técnicos y se les obligará a los ayuntamientos a que tengan listas en un año las ordenanzas municipales que regulen esta materia, y que, según la ley estatal, también tenían que estar redactadas.
Asimismo, en esta normativa se incluirán cuestiones como las entidades que pueden hacer mapas de ruido, el establecimiento de las zonificaciones acústicas y la promoción de medidas correctoras.
Mediante esta normativa se preverán las suspensiones temporales de los objetivos de calidad acústica --los valores máximos en un plazo diario y anual permitidos por la legislación para determinadas zonas que clasifican los ayuntamientos--, que es la excepción que permite la propia normativa estatal y que, generalmente, está vinculada a eventos puntuales como pueden ser las fiestas de un barrio.