SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Ley de Comercio Interior de Galicia ha dado este martes su penúltimo paso antes de llegar al pleno del Parlamento para ser aprobada, pero mantiene las críticas de la oposición por "no abrirse al diálogo" en su tramitación para incorporar las propuestas realizadas, si bien los populares defienden que el texto original era "difícilmente mejorable".
Así las cosas, la Comisión de Industria dio luz verde con los únicos votos del PPdeG, y los seis en contra de la oposición, al texto de la ponencia que incorpora las seis enmiendas presentadas por el PPdeG al proyecto de ley y sendas del PSdeG y del BNG. "Es el penúltimo acto de una obra que dio poco de sí", reprochó el parlamentario nacionalista Henrique Viéitez, mientras que la socialista María Quintas pidió "recapacitar" porque las enmiendas, que se mantienen vivas para su debate en pleno, "mejoran" el texto.
"Es un texto muy trabajado y altamente consensuado", ha recalcado la diputada del grupo mayoritario que intervino en el debate, Cristina Fernández Romero, quien incidió en que la normativa, por lo tanto, era "difícilmente mejorable". A modo de ejemplo del grado de acuerdo, citó a la Federación Galega de Comercio, que representa al 90 por ciento del sector, y la que hablaba de "grandes logros" con esta ley.
Rebatieron esta lectura los grupos de la oposición, de manera que Quintas recalcó que el texto presentado por el Gobierno gallego "copia" el dejado por el bipartito y la ley estatal en "más de un 30 por ciento". Al respecto, Viéitez recriminó que el nuevo gobierno "tardó dos años en copiar el borrador, pero podando lo esencial" y le espetó que "tienen la parte del consenso que suscitó el BNG con el texto que les dejó".
Cristina Fernández Romero contradijo las tesis expuestas al asegurar que la nueva normativa devuelve la "libertad" del uso del gallego y el castellano en el comercio, protege contra la competencia desleal, regula los periodos de rebajas, mejora la representación comercial, crea un registro de comercio y potencia el asociacionismo.
SUPERFICIES COMERCIALES
Una de las diferencias que perviven para el debate en pleno es la regulación del establecimiento de las grandes superficies comerciales, para las que los grupos de la oposición pedían que se tuviese en cuenta el censo de población de cada localidad en relación con los metros cuadrados de la instalación.
El diputado del BNG acusó a los populares de "ponerse del lado de los poderosos", en lugar de "aprovechar cualquier espacio de legalidad para poner racionalidad". Al respecto, ha afirmado que existen restricciones de tamaño y medidas de protección medioambiental que permiten en la legislación vigente y que, de ese modo, "no es cierto que la normativa europea no deje ir más allá".
Por su parte, la socialista del PSdeG rechazó una transacción ofrecida por los populares, debido a que eliminaban el apartado por el que se obligaba a que las superficies de más de 2.500 metros cuadrados, cuando se ampliasen más de un 10 por ciento, necesitarían una autorización.
Cristina Romero, que recordó que la oposición "tuvo tiempo" para llevar a cabo su modelo cuando gobernaba en el bipartito, incidió en que la Ley del Comercio no constituye una normativa para la "regulación urbanística", como --interpretó-- pretende la oposición y ha resaltado que ésta, al contrario que la del bipartito, "no invade competencias municipales".
Mientras la popular ha concluido que este miércoles se puede decir que constituye el "tramo final" para acabar con el "lastre" del desarrollo del comercio, los nacionalistas creen que se "consuma una traición al sector" y los socialistas alertan de "déficits".
PROMOCIONES Y VENTA AMBULANTE
La nueva regulación servirá para definir los centros comerciales abiertos, la figura de los 'outlets', las promociones en general y las rebajas en particular, con la prohibición de realizar cualquier tipo de práctica promocional un mes antes de su fecha de inicio y eliminando las excepciones, así como la proliferación de las ferias de oportunidades.
También se regula de la venta ambulante exigiendo un mínimo de 16 horas cotizadas a la Seguridad Social para poder tener el carné de vendedor ambulante.