La pareja del presunto cerebro del secuestro de un empresario en Cambre pensaba que era una "broma"

Actualizado: martes, 25 febrero 2014 18:24

El hermano de la víctima, que podría haber sido el objetivo inicial, declara como testigo

A CORUÑA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

La pareja del presunto cerebro del secuestro de un empresario en Cambre (A Coruña) -liberado el pasado 24 de enero tras pasar varios días retenido en un cobertizo en Lalín (Pontevedra)- ha manifestado que pensó que todo era una "broma", en la declaración que ha prestado este martes en el Juzgado de Instrucción número 1 de Betanzos.

Así lo ha asegurado a Europa Press el letrado José Ramón Sierra, que representa al empresario secuestrado y que no descarta acusar a la mujer de Jesús Mejuto -uno de los ocho detenidos por estos hechos- "como autora o cómplice".

De su declaración, el abogado ha asegurado que la mujer sostuvo "que pensó que era una broma" cuando su pareja le comentó algo al respecto y ha añadido que argumentó "que se empezó a preocupar cuando le pidió el coche para llevar una carta", en alusión a una dirigida a la familia del secuestrado.

El letrado ha señalado que la mujer dijo también que "en principio no sabía para qué quería el coche". "Y que de saber para que era no se le hubiese dejado", ha añadido José Ramón Sierra, que ha puesto en duda su testimonio al no descartar ejercer la acusación contra ella "como autora o cómplice". HERMANO DE LA VÍCTIMA

Junto a ella, ha prestado también declaración, como testigo, Jorge Diéguez, el hermano de Abel Diéguez Neira, secuestrado cuando acudió a visitar unos montes con una supuesto cliente de su empresa maderera.

Para el letrado del empresario, este hermano sería el objetivo inicial de los secuestradores, que habrían optado, finalmente, por secuestrar a Abel al no aparecer el primero.

En su declaración, ha reconocido que desde diciembre "recibió llamadas de una persona para quedar con él en Montesalgueiro", ha dicho el letrado en alusión a un hombre que no se habría identificado. DEUDA

Además, ha señalado que declaró que "le fue dando largas" y que nunca formalizó este encuentro. En su declaración, según el letrado, ratificó que la empresa familiar en la que había trabajado -Dieda Forestal e Inversiones S.A.- había contraído una deuda con el padre de Jesús Mejuto, pero que estaban en desacuerdo "con el concepto de la cuantía".

No obstante, argumentó que "ignoraba qué paso" tras marcharse de la empresa. A esta deuda, aludió Jesús Mejuto, en una de sus comparecencias en el juzgado. Así, ante los periodistas, vinculó el secuestro con "una represalia" por una deuda contraída con su padre

Con ello, aludía a los 12.000 euros más intereses -unos 16.000 euros- que la empresa Dieda Forestal e Inversiones S.A. fue condenada a pagar por sentencia judicial en 2012 a su padre para abonar una deuda adquirida tras la compra y tala de unos eucaliptos de su propiedad.

Por este secuestro, fueron detenidas, el mismo día de la liberación siete personas: los dos hermanos Jesús y José Manuel Mejuto; el hijo de uno de ellos, el matrimonio de sexagenarios residente en la casa en cuyo cobertizo mantuvieron al rehén -Miguel Martínez y Ester Silva-, así como su hija y novia de José Manuel Mejuto, y otro hombre, supuestamente amigo de los cabecillas. Al día siguiente se detuvo a un octavo implicado en el rapto.

Las declaraciones proseguirán la próxima semana en el juzgado de Betanzos que instruye la causa. Entre ellas, están la de la mujer del empresario y también la del padre de la víctima, que declararán en relación con las conversaciones que mantuvieron con los secuestradores.