SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más del 22 por ciento de los hogares españoles están sostenidos por una mujer, según un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas para la Fundación Caixa Galicia, en el que también se destaca que en Galicia existe un "peso más significativo" de hogares con una mujer como sustentador principal, debido al envejecimiento poblacional de la comunidad.
Una de las autoras del estudio, Matilde Mas, explicó que en Galicia es mayor el peso de las mujeres porque "la sociedad gallega está más envejecida" y las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, por lo que son mayoría en el grupo de edad avanzada, son viudas y al residir solas son las únicas sustentadoras del hogar.
A nivel estatal, el porcentaje de mujeres que son las principales mantenedoras del hogar se incrementó en nueve puntos porcentuales en los últimos veinte años. En estos hogares, los niveles de gasto son inferiores a aquellos en que el sustentador principal es un hombre, "lo que se explicaría por un menor nivel de ingresos" a causa de que, en su mayoría se trata de viudas (51,8%), mujeres de más de 65 años (48,2%) y que viven solas (43,6%).
Del informe también se desprende una "ligera convergencia" de los niveles de gasto total entre los hogares mantenidos por hombres y los sustentados por mujeres, con la progresiva incorporación de mujeres que viven solas, trabajan y poseen estudios medios o superiores. Si en 1980 el 5,8% de los hogares estaban sustentados por mujeres con estudios superiores, en 2003 el porcentaje es del 16,5%.
Otro de los cambios destacables en la configuración de los hogares españoles es que los hogares con una o dos personas suponen ya más del 40% del total, cuando en 1974 no alcanzaban el 30%. Por la contra, los hogares con cinco o más miembros eran entonces el 30% y en 2005 apenas representan un 10%, aunque en Galicia casi alcanzan el 15%.
DISTRIBUCIÓN EN LA RENTA.
Otro de los autores del informe, Francisco J. Goerlich, destacó que los índices demuestran que el crecimiento económico entre 1973 y 2003 "ha llevado aparejado una mejora en la distribución de la renta", especialmente en la década de los ochenta, mientras que en los últimos años predominó la "estabilidad".
Goerlich explicó que las clases más bajas mejoraron "a expensas de las clases medias", en tanto que aquellos más pudientes mantuvieron su nivel de ingresos. En ese sentido, los ciudadanos más pobres tenían acceso a un porcentaje mayor de la renta total en 2005 que en 1973, mientras que al 5% más rico le corresponde un porcentaje similar en ambos extremos del período.
Por comunidades autónomas, "las más igualitarias son las del norte", mientras que aquellas en que se detectaron unas mayores desigualdades de renta entre los ciudadanos, tanto en 1973 como treinta años después, fueron Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias.
También se han producido diferencias en los patrones de consumo según las características del hogar, de tal forma que en 2005 los hogares de clase alta gastaron 30 veces más en educación que aquellos de clase baja, debido a que apostaron por los colegios privados en detrimento de los públicos.
Respecto a treinta años atrás, es "especialmente significativa" la reducción de las diferencias entre clases en comunicaciones, mobiliario y transportes. De media, los hogares de clase alta gastan 2,8 veces más que los de baja en 2005, cuando en 1973 la diferencia era de 4 veces.
"La brecha entre clases altas y bajas se ha reducido significativamente en el tiempo", resumió Matilde Mas, mientras que Francisco J. Goerlich apuntó que, en cuestiones de renta, se puede concluir que hubo una "mejora no muy espectacular, pero sí sostenida".
PECULIARIDADES GALLEGAS.
En Galicia, la desigualdad en la distribución personal de la renta ha sido similar a la media nacional, aunque en 2005 la comunidad tenía un reparto más igualitario que el conjunto de España. Además, presenta peculiaridades relacionadas con la configuración y las pautas de los hogares, además de la ya citada de que las mujeres tienen mayor peso como sustentador principal.
Así, en relación al resto de España en Galicia hay una mayor acentuación del envejecimiento del sustentador principal, la caída del tamaño medio del hogar es algo menos acentuada, existe un menor gasto medio total de los hogares y registra un menor peso de las clases sociales medias y altas.