SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario del PSdeG, Xaquín Fernández Leiceaga, consideró hoy "el colmo de la arrogancia" que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, asegure que "comprobó que no pasó nada" en el caso de Agustín Hernández, quien reconoció haber certificado el final de una obra no ejecutada desde su puesto como director xeral de Obras Públicas en el último Ejecutivo de Fraga.
Después de que el máximo mandatario gallego afirmase ayer que en el caso de la certificación "no hubo ningún daño ni menoscabo a la Hacienda Pública" ya que él mismo lo había "comprobado"; el socialista incidió en que "no es sólo una obra no realizada", sino que "certificó mejoras" sobre la citada obra, que no había sido iniciada.
Además, Leiceaga interpretó que es "bastante significativo" que se haya pagado a la empresa adjudicataria, para la que también trabajó el ahora conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas.
En la misma línea, tildó de "alucinante" la "relación" del máximo mandatario gallego con la Justicia, puesto que, "unas veces pretende sustituirla y otras, ignorarla". A pesar de ello, el portavoz parlamentario del PSdeG auguró que ésta "acabará actuando y poniendo a cada uno en su sitio".
También aludió al hecho de que el delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, está imputado por supuestos delitos de falsedad documental, fraude, estafa y malversación de fondos europeos durante su etapa como alcalde del municipio ourensano de Arnoia. "Estoy sorprendido, por no decir algo más fuerte", sentenció, preguntado por las afirmaciones de Feijóo.
'DOCTRINA MANQUIÑA'
Por todo ello, Leiceaga recordó la "doctrina Feijóo" que éste empleó durante la campaña electoral, cuando eliminó de cabeza de lista por Ourense a Luis Carrera, por sus irregularidades fiscales.
"Ahora esa doctrina está bajo llave", reprobó el portavoz socialista, quien ironizó con que se sustituyó por "la 'doctrina Manquiña: como te digo una cosa te digo la otra".
"APAGÓN INVERSOR"
Por otra parte, la portavoz de la Executiva del PSdeG, Mar Barcón, quien compareció junto con Leiceaga, anunció la presentación de una iniciativa parlamentaria para reclamar la puesta en marcha "inmediata" del consorcio de transporte metropolitano de A Coruña y para que se cree en el resto de las áreas urbanas gallegas.
Tras señalar que el transporte público es "una de las principales deficiencias" de Galicia, reprobó que la Xunta "tiene paralizada" la inversión en este ámbito. "Sólo piensa seguir manifestando que no hay fondos públicos", criticó, y lo atribuyó a que este tipo de transporte "nunca fue una prioridad para el PP".
En todo caso, advirtió a la Xunta de que esta cuestión no puede derivar en un "apagón inversor", puesto que redunda en la "calidad de vida" de los ciudadanos. "No se puede dejar el transporte público sin atender", insistió la dirigente socialista.
Precisamente, recordó que esta cuestión "centró" el trabajo de la Xunta bipartita, tanto en lo relativo a la negociación con los operadores de transporte público de las diferentes comarcas como con la Administración central, para el incremento de las frecuencias de los trenes de cercanías.
Al hilo de esta cuestión, Leiceaga señaló a Feijóo que "a veces, lo más austero es gastar un poco" en servicios públicos, puesto que potenciar el transporte público general supone un "ahorro" para los usuarios y favorece la reducción del tráfico en las ciudades, lo que es "positivo" para el medio ambiente.
A mayores, los socialistas presentaron una pregunta para su respuesta oral en comisión y una proposición no de ley en el pleno del Parlamento centradas en la "continuidad" del transporte urbano entre Santiago y Os Tilos (Teo), debido al "conflicto" existente entre las empresas concesionarias --se encuentran en mitad de un proceso judicial--.
SEMANA VERDE
Por último, Leiceaga consideró "surrealista" que el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, pretenda culpar al anterior Ejecutivo gallego de la "práctica bancarrota" de la Fundación Semana Verde, a la que describió como "el engendro de Manuel Fraga".
Después de que el titular de Presidencia asegurase que el bipartito "no dejó presupuestado ni un euro en ninguna consellería" para esta fundación, el socialista precisó que fue la Xunta bipartita la que creó un "plan de salvamento" para ella.
Además, insistió en que fue Manuel Fraga quien permitió que la Semana Verde "creciese hasta tener un personal en nómina de casi 1.000 personas en unas instalaciones que no tenían uso durante varios meses al año" y quien "blindó" a su gerente de forma que sólo podría ser destituido "en condiciones imposibles de cumplir".