A CORUÑA, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, garantizó hoy que los discapacitados que actualmente se encuentran en el centro Santiago Apóstol de A Coruña y que se verán obligados a abandonarlo al cumplir 21 años de edad, después de que dejara de ser gestionado por Benestar para depender de Educación, tendrán plazas en otros centros de la Xunta "siempre dentro de la provincia".
Quintana recordó que se trata de personas "altamente dependientes y que precisan de atención", por lo que continuarán teniendo plaza en un centro de la Xunta "para continuar con el trato que se les venía dispensando" y que no quedarán desamparadas "en ningún caso".
No obstante, evitó concretar a qué centros se les podría desviar, pero avanzó que las familias y los tutores legales "tendrán información puntual de todos los pasos que se den al respecto", además de contar con "las puertas" de Vicepresidencia y de la Secretaría Xeral de Benestar "abiertas de par en par para lo que necesiten".
El centro de educación especial de Santiago Apóstol estaba hasta ahora gestionado de manera conjunta por la Consellería de Educación y la Secretaria Xeral de Benestar. Por motivos "de optimización de recursos", ahora pasará a depender completamente de Educación, lo que implica que los mayores de 21 años deberán abandonar el centro en el plazo de un año.
Hasta el momento, el centro funcionaba, además de para ofrecer educación especial, como residencia para jóvenes con discapacidad intelectual, lo que les permitía quedarse hasta los 24 años.
Además, la Xunta prevé abrir en el recinto una nueva residencia para pacientes con daño cerebral, una idea a la que también se oponen los padres y tutores de los residentes por tratarse de patologías diferentes.
