El sector del libro gallego vive "una situación delicada" por menos ventas debido al préstamo en el sistema educativo

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

El sector del libro en Galicia vive "una situación delicada" al reducirse su venta media anual en un 51% en cada nivel de la enseñanza en el que se implanta el sistema de préstamo de los libros de texto que implantó el Gobierno gallego en 2003.

Así lo manifestaron hoy en Santiago la Asociación Galega de Editores (AGE) y la Asociación Nacional de Editores de Libro de Material de enseñanza (Anele) durante la presentación del estudio 'Viabilidade do sector editorial en lingua galega tras a introdución da modalidad de gratuidade do libro de texto mediante o sistema de préstamo'.

Así, el sector editorial en gallego registró una un acída en las ventas de los libros de textos desde que se instauró el sistema de préstamo en 2003. En ese año de aplicación, las ventas del sector se redujeron en un 18% y alcanzaron en el último bienio del ciclo valores inferiores al 10%.

Los resultados reales en 2006 muestran que, según indicó el sector, se vendieron un 36% menos de libros que en 2001. De esta forma, si se dividen las ventas entre los cuatro años que dura un ciclo completo, se observa que, de unas ventas totales de 100 unidades por año en la etapa anterior a la implantación del modelo de préstamo, se pasa a a unas ventas de 49 unidades por año con el nuevo modelo.

El informe presentado hoy, que fue elaborado por la Unidad de Psicoloxía do Consumidor e o Usuario da Universidad de Santiago de Compostela (USC Psicom), advierte del "riesgo de una situación de hundimiento total de la industria editorial" ya que el actual sistema de préstamo "está resultando desastroso" para el sector editorial.

En este sentido, editores y libreros abogaron por implantar un sistema de ayuda directa a las familias para la compra del material escolar apoyándose en un análisis del coste medio de ambos sistemas de ayudas que demuestra que el coste para las administraciones públicas del sistema de ayuda directa supondría "tan solo un gasto de 30 euros más por alumno y compensaría las pérdidas del sector librero".

De este modo, según destacó el presidente de Anele, José Moyano, mientras en Galicia, Castilla la Mancha y Aragón --todas ellas con sistema de préstamo-- el coste medio por alumno asciende a 75,9 euros, en Asturias y Cantabria --donde se decantaron por el modelo de ayuda directa-- este coste asciende a 105,4 euros.

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

Así, el estudio revela que el sector editorial gallego registró una "fortísima y progresiva caída" en las ventas de libros de texto desde la implantación del sistema de préstamo en 2003. De esta forma, en el primer año de vigencia de la medida las ventas del sector se redujeron en un 18% y en el último bienio alcanzaron valores inferiores al 10%.

Como consecuencia, destacaron que las editoriales "se ven obligadas" a publicar cada vez más en castellano "para sobrevivir económicamente", lo que provoca que, mientras en 2000 el 94,6% de los títulos de las editoriales integrados en la AGE fueron en gallego, la predicción para 2006 es de que solo lo hagan el 15%.

PECULIARIDADES DEL MERCADO GALLEGO

Además, el estudio recoge una serie de "peculiaridades" del mercado editorial gallego que lo lo hacen "especialmente sensible" a medidas "desestabilizadoras" como el sistema de préstamo. Entre las particularidades del sistema gallego destacan el "reducido" número de alumnos matriculados en el sistema educativo obligatorio que descendió de un 6,03% respecto al total español en el curso 1999-2000 al 5,20% en 2005-2006.

Además, incidieron en la "baja implantación" de la lengua gallega en las materias de la enseñanza obligatoria ya que "solo" el 50% de los centros cumplen la normativa que rige ese aspecto y subrayaron que únicamente en uno de cada tres centros se dispone del material didáctico "adecuado" en lengua gallega.

En este sentido, el presidente de la AGE, Alfonso García Sanmartín, destacó que "la situación es más grave" de lo que esperaban y reprochó a los políticos la "improvisación y la ignorancia" con la que se ponen en marcha medidas de este tipo "sin contar, muchas veces, con una base de partida sólida", concluyó.