SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de la Xunta y exsecretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, ha subrayado la "capacidad de evolución y de adaptación" a lo largo de los 60 años de carrera pública de Manuel Fraga, de quien ha sostenido que "supo leer las necesidades políticas de cada momento" y ha destacado "su aportación definitiva a la construcción y el desarrollo de la autonomía de Galicia".
En declaraciones a Europa Press, Touriño ha situado a Manuel Fraga como "uno de los protagonistas indiscutibles y testigo de primera fila de 60 años de la política española y gallega" y ha considerado que constituye "una figura irrepetible, clave en esa transición de la dictadura a la democracia".
Ha ensalzado "su capacidad de aglutinar, liderar y unificar a toda la derecha política" y de contribuir a "hacer ese tránsito y esa transición", por lo que ha elogiado su "aportación a la convivencia y a la reconciliación de los españoles".
Así, ha señalado que supo combinar el "ser un líder de acción política, junto con un hombre de ideas, de proyectos, de convicciones, de valores, de capacidad de elaboración de proyecto y pensamiento".
"Era profundamente conservador, pero tenía una gran capacidad de evolución", ha resumido. En cuanto a sus casi 16 años al frente del Gobierno gallego, Touriño, que sucedió a Fraga en 2005 al frente de la Presidencia de la Xunta, ha hecho hincapié en su aportación a "la Galicia moderna".
CONVIVENCIA POLÍTICA
Además, Touriño ha rememorado los años de trabajo político en los que convivió con Fraga, desde que en 1998 accedió a la Secretaría General del PSdeG hasta que en 2005 lo sucedió al frente de la Presidencia de la Xunta.
De ese período ha recordado "su capacidad de liderazgo y su contundencia en la defensa de sus convicciones, pero siempre desde la cordialidad política, desde el respeto institucional, desde una forma de entender la política como un contraste de pareceres y de ideas".
En su opinión, "llevaba escrito en su ADN personal" ese "sentido de Estado y de la responsabilidad institucional" y, así, guarda el recuerdo de "una relación cortés y respetuosa por ambas partes, aunque lógicamente, muy distante en las convicciones ideológicas y sobre el proyecto político para Galicia y para España".
Respecto al traspaso de poderes en 2005, tras más de 15 años al frente de la Xunta, a un bipartito presidido por Touriño, este político socialista indica que Fraga "supo hacerlo de una forma institucional, entendiendo y siendo capaz de asumir su nuevo rol". "Fue en ese sentido un cambio tranquilo, respetuoso por ambas partes", ha concluido.
