El hombre ya había sido denunciado en 2012 por irregularidades en el enterramiento de animales
VIGO, 7 May. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Acogida de Animales Abandonados de Armenteira, dependiente de la diputación de Pontevedra, se ha hecho cargo de 15 perros que vivían en una perrera ilegal de Vincios, en Gondomar, cuyo propietario ha sido imputado por un presunto delito de maltrato animal y otro contra la salud pública.
La imputación se produjo a raíz de una denuncia de un colectivo ecologista y, en las últimas horas, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, se trasladaron al lugar para comprobar el estado de los animales, según informaron a Europa Press fuentes del Instituto Armado. Las instalaciones pertenecen a la empresa Cánidos Val Miñor que, hasta el 2012, prestaba servicio a la mancomunidad de municipios del Val Miñor.
Los animales se encontraban en pésimas condiciones de higiene, sin apenas alimentos y las instalaciones estaban llenas de suciedad e, incluso, restos de animales muertos, según han relatado dicha fuentes. Por ello, se ha imputado al dueño del negocio, J.C.F.G., de 59 años de edad y vecino de Vigo.
Además del presunto delito de maltrato animal, la Guardia Civil le imputa otro contra la salud pública, ya que se comprobó que enterraba a los perros muertos en fosas sin observar las mínimas prevenciones ni las medidas sanitarias convenientes.
Este hombre ya fue denunciado en 2012 por irregularidades en el enterramiento de animales. El Ayuntamiento de Gondomar puso en conocimiento de la Xunta los hechos y se desvinculó de la empresa. Esas denuncias siguieron su cauce (el procedimiento sigue abierto) y se retiró a la perrera la autorización para continuar su actividad.
RESCATE
Además de agentes del Seprona, técnicos de la Consellería do Medio Rural e do Mar también se trasladaron este miércoles al lugar, y solicitaron al centro de Armenteira que se hiciese cargo de esos animales.
Según ha informado la diputación, los trabajadores del centro que hicieron una primera inspección de los animales, no detectaron lesiones físicas ni desnutrición severa, pero sí problemas de piel y parásitos, de los que deberán ser tratados.
Antes de su traslado al centro de acogida, los perros han sido identificados con un microchip. En Armenteira serán examinados con detenimiento, desparasitados, vacunados y tratados de las posibles afecciones que pudieran presentar.
Una vez que terminen las diligencias judiciales, el centro solicitará al juzgado que los animales puedan ser cedidos a una protectora de Tui (Pontevedra), que ha mostrado su interés en hacerse cargo de los mismos y buscarles familias de acogida.
