TURISMO.- La villa ourensana de Ribadavia retorna hoy a la Edad Media con la XIX edición de la Festa da Istoria

Actualizado: sábado, 30 agosto 2008 7:22

Miles de personas ataviadas de época podrán disfrutar de la Boda Judía, Cetrería, Torneo, Esgrima y Cena Medieval

OURENSE, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

La localidad ourensana de Ribadavia acoge hoy una nueva edición de la Festa da Istoria, con la que vecinos y visitantes retornarán a la época del medievo. Se trata de la edición número XIX de este evento, en el que toda la villa y en especial su barrio judío y el entorno del Castillo medieval, se encuentran engalanados con estandartes de la época.

La cita comenzará a las 10.00 horas, con la lectura del bando y la jornada contará con numerosas actividades de las que podrán disfrutar los miles de visitantes que cada año, acuden a la Festa da Istoria.

El presidente de la Coordinadora de la Festa da Istoria, Miguel García, señaló que en dicho bando se "hacen una serie de recomendaciones" para que los visitantes "sepan cómo deben comportarse". En este sentido señaló que "se les dice, entre otras cosas, que deben ir vestidos, o que no tomen otro vino que no sea el del Ribeiro".

Algunas de las peculiaridades destacables se centran en que los visitantes sólo podrán acceder al castillo ataviados con trajes medievales y para ello, la organización tendrá habilitado un puesto de alquiler de trajes. Asimismo, los puestos dedicados a la gastronomía o artesanía aceptarán la moneda oficial del certamen, el maravedí. Para ello, cada año se instala un banco, "La Alhóndiga" en la Plaza Mayor de la villa, donde se pueden cambiar los euros por maravedíes.

Miguel García aseguró que el cambio de moneda "es una de las principales fuentes de ingresos" con el que cuenta la coordinadora para la organización de las actividades incluidas en la programación festiva.

Entre las actividades más destacables se encuentra el desfile o el baile medieval, espectáculo de cetrería, el tiro con arco, el torneo medieval o un ajedrez viviente en el centro de la villa, que cuenta con la participación de los más pequeños.

Pero sin duda, lo que más expectación despierta en esta fiesta es la Boda Judía, que tiene lugar en la Iglesia de la Madalena, donde un rabino se encarga de oficiar el enlace, que es escenificado, con toda la familia de los novios y el recorrido por el casco histórico, como se hacía antaño. La singularidad del vestuario y los cánticos sefardíes se encargan de recrear el ambiente de la época.

FIESTA DEL PUEBLO

Una de las actividades que el pasado año causó "mayor expectación" fue la exhibición de Esgrima Medieval, en el Auditorio del Castillo de Ribadavia. El presidente de la coordinadora manifestó que en la pasada edición "tuvimos tormenta y apenas pudimos disfrutarlo" por lo que este año "repite" en la programación y desde la organización "pretendemos convertirlo en una actividad fija".

Miguel García explicó que una de las principales singularidades de la Festa da Istoria de Ribadavia es que "nace del pueblo" porque "todos participan" algunos de ellos en el desfile y otros "en forma de voluntarios" que alcanza la cifra de 350.

El presidente de la coordinadora manifestó que sin los ribadavienses esta celebración "no existiría" y que esto "precisamente es lo que diferencia nuestra fiesta de las demás fiestas históricas" que existen en la actualidad en toda España.

DE INTERÉS TURÍSTICO

La Festa de la Istoria de Ribadavia, declarada de Interés Turístico Nacional en 1997, es miembro fundador de la Asociación Española de la Fiesta Históricas y se ha convertido en uno de los máximos referentes de la vida cultural y festiva del verano en la provincia de Ourense.

No en vano, durante la jornada festiva cerca de 35.000 personas se trasladan a la capital de O Ribeiro para vivir la magia de volver atrás en el tiempo, a la edad media, y más específicamente a los tiempos del Rey García, su más ilustre vecino.

La recuperación histórica de la fiesta se remonta al siglo XIX, cuando una escuela taller se encargó de nombrar una coordinadora vecinal para tal fin. Indispensable fue por aquel entonces la colaboración de un gran número de voluntarios, los propios vecinos de la villa que en la actualidad siguen implicándose en la fiesta.