PONTEVEDRA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos de Poio (Pontevedra) afectados por el proyecto de mejora de la seguridad vial en la carretera PO-308 y que mantienen un encierro en el Ayuntamiento desde hace una semana, no depondrán su actitud mientras la Consellería de Política Territorial no adopte una decisión con respecto a las quejas expuestas por el colectivo. Los afectados no obtendrán respuesta hasta, al menos, dentro de dos días más, según el plazo previsto.
En una entrevistarse en Santiago con el director xeral de Obras Públicas, Manuel Morato, y la delegada provincial de la Consellería en Pontevedra, María Isabel Domínguez, los vecinos de Poio expusieron que "todo es mejorable", por lo que demandaron medidas "que contribuyan a la seguridad vial y no tengan consecuencias irremediables", según indicó la portavoz vecinal, Teresa Vidal.
Así, Vidal calculó que unos 60 vecinos resultan afectados por las expropiaciones en el tramo de obras previsto entre O Pereiro y A Pinela, del total de tres kilómetros que comprende el proyecto de reforma.
Al hacer balance de una semana de encierro, en el que participa una decena de vecinos, Teresa Vidal se quejó de que "los gobernantes locales no nos conocen, están ocupados con las familias gitanas de O Vao y no se ocupan de otra cosa" precisó, en alusión al realojo de este otro colectivo a consecuencia del derribo de varias chabolas.
Coincidiendo con la celebración de un pleno municipal en la sala en la que mantienen su protesta, Teresa Vidal aseguró que no van a protagonizar ningún altercado, argumentando que son "gente civilizada, no energúmenos".
