SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
El secretario xeral de la Consellería de Presidencia, Santiago Roura, elevó hoy a más de 2,2 millones de euros el coste de las reformas en el área de Presidencia --que hace un mes el secretario xeral de Presidencia, Gumersindo Guinarte, cifró en 1,6 millones--, aunque justificó estas obras porque, enfatizó, eran "de necesidad urgente e inaplazable".
De este modo respondió en la Comisión Institucional a una pregunta formulada por el diputado popular Antonio Rodríguez Miranda, que volvió a censurar el "oscurantismo" del Gobierno gallego en este tema y exigió conocer el "coste detallado" de esta reforma.
Ante esta petición del PPdeG, Roura concretó que el coste de las obras, que aumentaron la superficie del edificio central de la Xunta de 368 a 538 metros cuadrados, ascendió a 697.274 euros en obra civil, 1.176.651 en instalaciones, 344.123 en mobiliario, y 46.773 en un elevador.
No obstante, negó que esta actuación tuviese como objetivo ubicar al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en "un espacio de superlujo" porque, según explicó, en el área reformada trabajan un total de 35 personas.
RAZONES DE LA REFORMA
El alto cargo del departamento que dirige José Luis Méndez Romeu explicó que esta zona de la Administración gallega presentaba "muchas carencias" y, entre otras, aludió a que el edificio era "poco accesible" y a que también era necesario sustituir la instalación eléctrica.
Respecto a este último punto, indicó que la potencia era "escasa", lo que provocaba "a menudo" que los ordenadores se desconectasen. Además de recordar que el anterior Gobierno popular ya había elaborado un proyecto para hacer estas reformas en el año 2000 que "quedó en el cajón como tantos otros", aludió también a dos aspectos que dieron a esta obra "carácter de emergencia".
Concretamente, aludió a un corte eléctrico ocurrido en diciembre de 2005 y a que la central de transformación "rebosaba piraleno", un producto que, alertó, es "cancerígeno".
PROCESO DE CONTRATACIÓN
Para Rodríguez Miranda, las explicaciones del secretario xeral de Presidencia son "peregrinas" y, en tono irónico, se preguntó si antes de acometer las obras el presidente de la Xunta "tenía que bajar por una cuerda para acceder a su despacho" o si "Santiago de Compostela corría el riesgo de quedar sumida en la penumbra".
A su juicio, la comparecencia de Roura no aportó "nada nuevo" y, por eso, volvió a solicitar a la Xunta que enseñe las facturas correspondientes a esta actuación y elucubró con que, de lo contrario, la Xunta "algo tendrá que ocultar".
Otro de los asuntos que suscitó discrepancias entre Gobierno y oposición tiene que ver con el proceso de contratación de las obras. Al respecto, Roura explicó que no fueron sometidos a una fiscalización previa dado el "carácter de urgencia" de la reforma sino que el Consello de la Xunta los convalidó posteriormente.
No obstante, y puesto que se sometieron al informe del interventor delegado de la Consellería de Presidencia y del Interventor Xeral de la Administración gallega, le restó importancia. "La convalidación por el Consello de la Xunta se utiliza a menudo y lo hacen todos los gobiernos", manifestó y, para contrarrestar las críticas de la oposición por este extremo, comparó las cifras de la actual Xunta y del anterior Gobierno popular en este ámbito.
Así, detalló que el bipartito efectuó desde que accedió a la Xunta en 2005 hasta el pasado viernes un total de 42 convalidaciones por un importe total de 43,6 millones de euros. Mientras, en la última legislatura del Gobierno Fraga, entre 2001 y 2005, se realizaron 121 convalidaciones por valor de 87,3 millones de euros.
CRUCE DE ACUSACIONES
A esto, el diputado popular replicó que "todo lo que hizo" el anterior Gobierno popular "ya está amortizado" y añadió que "los que tienen que rendir cuentas ahora" son socialistas y nacionalistas. "Y los ciudadanos volverán a hablar dentro de poco", advirtió ante la cercanía de las próximas autonómicas.
Frente a esto, Roura censuró la "estrategia" del PPdeG de "traer a colación" este tema tres años después --las obras se acometieron en diciembre de 2005-- y lo achacó a que "pretenden hacer creer" que la Xunta es culpable de la "crisis planetaria". Sin embargo, pronosticó que los populares no contarán con la "complicidad" de la ciudadanía e interpretó que la "actitud demagógica" de la oposición demuestra su "ausencia de ideas".
"El estado del edificio central de San Caetano es una buena metáfora del estado en el que dejaron el país", concluyó Roura, quien llamó al PPdeG a reflexionar sobre "los problemas reales" de la comunidad.
Previamente, Rodríguez Miranda recordó que su grupo había pedido la comparecencia del Interventor Xeral de la Xunta y lamentó que en lugar de éste acudiese el secretario xeral de Presidencia con un perfil "más política que técnico".
También cuestionó los "motivos de seguridad" aducidos inicialmente por la Xunta para no aportar las facturas de esta actuación ya que, según recordó, Guinarte mostró posteriormente los planos de las obras a los medios de comunicación. Con este comportamiento, dio por "demostrada" la "falta de interés" de la Xunta en dar información sobre este asunto porque, interpretó, es "incómodo" para el bipartito.