El vicepresidente primeiro de la Xunta, Alfonso Rueda, durante la rueda de prensa de la Administración autonómica - DAVID CABEZÓN / XUNTA
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente primero de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, ha asegurado este sábado que el acuerdo europeo en materia energética alcanzado el viernes por el Gobierno central "no es lo que quería Pedro Sánchez" y lo ha tachado de "improvisación de última hora".
En la presentación de la iniciativa 'Instagramers no Camiño', en Lalín, Alfonso Rueda ha defendido que este acuerdo, que está previsto que permita contener los precios de la luz en la Península Ibérica, está "sin concretar", por lo que ha asegurado que ahora hay que observar en qué consiste porque la ciudadanía debe conocer "cómo se le va a bajar el precio de la luz, cuándo y con qué cuantía".
En este sentido, el vicepresidente primero de la Xunta ha avanzado que espera que el Consejo de Ministros del próximo martes concrete los detalles y que efectúe la bajada del precio de la luz "rápidamente" porque "no se puede esperar más".
En esta misma línea, ha insistido en que la propuesta de la Xunta pasa por bajar impuestos, algo con lo que, ha recordado, se había comprometido Pedro Sánchez en la Conferencia de Presidentes celebrada en La Palma este mes de marzo. Por eso, ha vuelto a manifestar su deseo de que el Consejo de Ministros apruebe esa bajada de impuestos y los ciudadanos empiecen a notar "bajadas inmediatas en el precio de la luz".
En todo caso, Rueda ha asegurado que lo que se refleja ahora son las consecuencias de una "transición energética errática" en España, donde se ha apostado por depender "exclusivamente" del gas como solución, mientras otros países europeos han hecho un mix energético "más inteligente" y han podido bajar los precios.
PROPUESTAS PARA LOS TRANSPORTISTAS 11 DÍAS TARDE
Por otra parte, Alfonso Rueda ha lamentado que el acuerdo con parte del sector del transporte "llega 11 días tarde". Por eso, ha instado al Ejecutivo central a responder "por qué tardaron 11 días", que han dejado consecuencias "casi irreparables" en algunos sectores y han provocado "casi parálisis" en servicios esenciales.
El vicepresidente primero ha indicado que se han perdido "muchos días" y que los prejuicios económicos han sido "muy grandes", por lo que ha vuelto a cuestionarse por qué el Gobierno ha tardado tanto en reunirse con los transportistas y, sobre todo, en sentarse con los que han convocado los paros.
Sobre estos últimos, Rueda ha defendido que es "lógico" que lo primero que ha tenido que hacer la ministra de Transportes haya sido pedirles perdón por "faltarles al respeto" y todas las cosas que se han dicho sobre ellos, en referencia a las supuestas relaciones de los convocantes con la ultraderecha.