Pesca.- El PP advierte de que la "cacicada" de la Xunta con Pescanova puede costar dinero a la Administración gallega

Insiste en que no se "prohíbe ningún tipo" de actividad o instalación en Red Natura, mientras no provoque un "daño irreversible"

Europa Press Galicia
Actualizado: lunes, 14 mayo 2007 15:36

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 May. (EUROPA PRESS) -

El PPdeG advirtió hoy de que la "cacicada" cometida por el nuevo Gobierno gallego con Pescanova al no permitirle instalar una piscifactoría en Cabo Touriñán (Muxía) por estar ubicada en espacio Red Natura puede costar dinero a la Administración gallega.

"Como la empresa reclame daños, nos va a costar dinero del erario público gallego seguro", aseveró el diputado popular y ex conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga, en referencia a las medidas que puede tomar Pescanova tras la "bofetada" dada por el comisario de Pesca de la Comisión Europea, Joe Borg, quien admitió que la postura adoptada por el Gobierno del PPdeG de autorizar la piscifactoría en Cabo Touriñán "no estaba en contradicción con el Derecho comunitario".

En rueda de prensa, López Veiga consideró que esta respuesta de Joe Borg avala que el Gobierno gallego, en especial, los socialistas actuaron con Pescanova movidos por la "venganza y la revancha", al asociar esta planta con un "proyecto del PP". "Esto es una tontería, una empresa invierte donde sabe que debe invertir", contradijo.

Por ello, López Veiga justificó el visto bueno del Gobierno gallego del que él era conselleiro de Pesca en aquel entonces a que "sabían que la planta de Muxía era perfectamente legal". Así, argumentó que la normativa de la Red Natura autoriza cualquier tipo de actividad o instalación en sus espacios, "siempre y cuando cumpla con unos requisitos para que no produzca daños irreversibles medioambientales".

"No se prohíbe absolutamente nada, puede instalarse cualquier cosa. Es de las primeras cosas que se aclaran si se entra en su página", puntualizó. Por estos motivos, tildó de "vergonzosas" y "falseamiento de la realidad" las declaraciones del conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, quien consideró esta aprobación del anterior Gobierno de la piscifactoría en Touriñán a "cacicadas del PP.

De igual modo, consideró que debería ser "sancionables" las declaraciones del director de Política Exterior de la Dirección General de Pesca de la CE, Cesar Debén, quien advirtió de que si el nuevo Gobierno gallego no paralizase este proyecto hubiese tenido que intervenir la CE.

"Quizás cargado por una comida copiosa hizo unas declaraciones que no puede hacer un funcionario, que tiene prohibido arrogarse la representación de la UE, sino tiene un mandato", argumentó López Veiga, quien, por ello, anunció que el eurodiputado popular Daniel Varela ha hecho otra pregunta al respecto. "No se trata de crucificarlo, pero sí de quien lo hace lo paga y se deben desautorizar estas falcatruadas", abogó López Veiga.

Asimismo, el diputado popular sumó esta decisión del Gobierno gallego con respecto a la piscifactoría de Pescanova, a la paralización de la construcción del Centro de repoblación d especies marinas previsto para la ensenada de A Moureira, también en Muxía, donde el anterior Ejecutivo ya marcara los terrenos necesarios; o el "impedimento" que se ejecute el Parador de Turismo.

Ante estos hechos, López Veiga pidió al nuevo Gobierno que sea "honesto y valiente" y que digan: "lo que queremos es condenar a la Costa da Morte porque no nos votó tras el Prestige". Ante esta actitud, garantizó que cuando el PPdeG vuelva a la Presidencia de la Xunta --ya que auguró que el actual no va a durar más de dos años-- se retomarán todos estos proyectos para que "sea capital de acuicultura", como recordó que pretendía el anterior Gobierno.

ACUICULTURA GALLEGA A "SEGUNDA DIVISION"

Finalmente, acusó al Bipartito de llevar al "atraso" a Galicia en materia de acuicultura, "porque la verdad es que las empresas se están marchando a Portugal, cediéndole este desarrollo que es el futuro en la comunidad".

Por ello. concluyó que la acuicultura "baja a segunda división" con el nuevo Gobierno, formado por una izquierda "desfasada y contaminada" --en referencia al BNG-- y por "ex miembros del Partido Comunista, lo que se les nota en su autoritarismo y estalinismo".

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