PALMA DE MALLORCA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El ente Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) comenzó hoy a derribar el edificio de la antigua Terminal B de Son Sant Joan (Palma de Mallorca), una actuación que se prolongará durante un mes, y que dará lugar a un incremento de la plataforma de estacionamiento de aviones que da servicio a los Módulos B y C, así como a la ampliación del segundo ellos, a fin de adaptarlo a las necesidades de tráfico hub.
Así lo indicó hoy el director del aeropuerto mallorquín, Nemesio Suárez, durante la presentación a los medios de demolición del edificio terminal, que se realizarán por medios mecánicos, con la participación de excavadoras y brazos articulados que desmenuzan las paredes y los forjados de las dos plantas que lo conforman, y que son regados continuamente con mangueras por los operarios para impedir que se produzca polvo en cantidades que podrían afectar a la navegación aérea.
En sus declaraciones, Suárez señaló que la Terminal B supuso una solución "práctica y creativa" a las características del tráfico aéreo hacia Mallorca en una determinada época --cuando el turismo masificó y se estableció la estacionalidad--; y, por eso, consideró que, con su derribo, se abre una nueva etapa de consolidación y transformación del tráfico hub, caracterizado por el importante volumen de pasaje alemán.
Por esta razón, el director del aeropuerto apuntó que dentro de los objetivos del plan de negocio de AENA, se encuentra la fidelización de la compañía Air Berlín --que mantiene un hub con base en Palma--, así como "atraer" a otras aerolíneas para abrir nuevo mercado. 300 MILLONES DE EUROS
Según las previsiones del ente, en los próximos cuatro años destinará inversiones por valor de 300 millones de euros con el fin de alcanzar esos objetivos.
Suárez concretó que, tras la demolición de la antigua Terminal B de Son Sant Joan, que ocupa un total de 26.410 metros cuadrados repartidos entre dos plantas, AENA ampliará la plataforma de estacionamiento de aeronaves --de forma que se evite el uso de autobuses lanzadera con la terminal-- y, además, "duplicará" la capacidad del edificio de aparcamientos, por lo que pasará de las 6.000 plazas con que cuenta actualmente a poder albergar hasta 12.000 vehículos.
Al mismo tiempo, se invertirá en mejorar el recinto ferial --que actualmente se ubica en la antigua Terminal A--, y se creará un nuevo acceso al aeropuerto mallorquín desde la carretera que comunica la capital balear con la localidad de Santanyí. Todas estas iniciativas se espera que cristalicen a lo largo de los próximos 14 meses, según las previsiones del ente de navegación aérea.
MODULO C SÓLO PARA EL HUB
Entre todos los proyectos, Nemesio Suárez destacó la reconfiguración del Módulo C, para "optimizar" su uso de forma exclusiva en todas las operaciones involucradas en el hub direccional de las compañías aéreas Air Berlín y Niki, que se puso en marcha a finales de la década de los años 90 y que genera un importante tráfico en Son Sant Joan a lo largo de todo el año.
Tras las obras que se desarrollarán en los próximos meses, el Módulo C pasará a tener 33 puertas de embarque, de las que 17 serán de pasarela directa a las aeronaves, frente a los 20 accesos con que cuenta actualmente. Además, ese tráfico dispondrá de un espacio diáfano e iluminado con luz natural, dotado con unas instalaciones modernas y cómodas para el pasaje, según especificó AENA.
Estos cambios obedecen a los objetivos de tráfico aeroportuario que se ha marcado el ente de gestión estatal, según los cuales, dentro de cuatro años Son Sant Joan recibirá unos 30 millones de pasajeros, frente a los 23,3 millones actuales, con un crecimiento actual de entre el 0,9 por ciento y el 1 por ciento.
20.000 TONELADAS DE RESIDUOS
La demolición que se inició hoy supondrá la generación de unas 20.000 toneladas de escombros, principalmente de hierro y hormigón, que en su mayoría serán reciclados, según informaron fuentes de la empresa que realiza las labores de derribo, que puntualizaron que también se extraerán unos 500 kilos de amianto, correspondientes a unas tuberías de pluviales, que serán trasladados a Barcelona para su tratamiento.
La antigua Terminal B del Aeropuerto de Son Sant Joan fue construida por Dragados y Construcciones con un presupuesto final de 320 millones de pesetas, e inaugurada en julio de 1972 y funcionó durante 30 años, atendiendo principalmente el transporte chárter --a razón de unos 2.500 pasajeros por hora--, por lo que sólo funcionaba durante la temporada turística alta, de Semana Santa a octubre.
Con la inauguración, en 1997, de la actual terminal y el traslado del flujo de pasajeros, la planta baja quedó fuera de servicio, mientras que la superior se siguió empleando para embarques, gracias a una comunicación directa con el edificio más moderno.