PALMA DE MALLORCA, 22 May. (EUROPA PRESS) -
Un total de 13.907 personas de Baleares se beneficiaron a lo largo del año pasado de los servicios de redistribución de alimentos gracias al Banco de Alimentos de Baleares, que desde su local en Mercapalma presta servicios a personas en riesgo de exclusión social o con importantes necesidades económicas.
En una rueda de prensa, el presidente de la organización, Manuel Marco Isern, explicó que a través de los 19 voluntarios involucrados en el proyecto se entregan legumbres, frutas, verduras y otros alimentos de primera necesidad a personas que lo precisan de forma urgente.
Durante el 2007, el Banco de Alimentos de Mallorca distribuyó 888.148 kilos de comida por un valor económico superior a 1.197.954 euros, lo que supone un incremento del 76 por ciento sobre la cifra del año anterior, 2006.
En concreto, de los servicios que presta la fundación se beneficiaron 594 familias y 1.019 niños, así como un número elevado de inmigrantes (3.088) y 757 personas mayores. Asimismo, y agrupados por colectivos, fueron atendidos 1.188 toxicómanos, 744 discapacitados, 453 mujeres, 420 jóvenes y casi 6.000 personas procedentes de otros ámbitos desfavorecidos que se ven afectados por la falta de recursos económicos.
En este sentido, Marco aseguró que desde Baleares "miramos con envidia" a diferentes sedes de la Federación Española de Alimentos (Fesbal), pues en su opinión en el archipiélago hacen falta más locales y un aumento importante del número de voluntarios para poder aumentar la ayuda y labor que realiza el Banco.
Fesbal, a lo largo del 2007, recaudó unas 800 toneladas de comida, gracias a los excedentes de las empresas que colaboran con la organización. Asimismo, según señaló el presidente, en Baleares aumentó el volumen de solidaridad ciudadana respecto al año 2006.
Asimismo, y durante la proyección de un vídeo sobre los servicios que presta Fesbal, el presidente explicó que más de ocho millones de personas en todo el país viven con ingresos inferiores al 50 por ciento de la renta media disponible, por lo que son consideradas "pobres", por lo que añadió que estas personas están en "grave riesgo de marginación".
Los bancos de alimentos tienen como principal objetivo aprovechar los excedentes de alimentos consumibles, que por dificultades de comercialización, excedentes de stock, proximidad a la fecha de consumo preferente, o defectos de embalaje, se hubieran destinado a su destrucción.
A partir de ahí, y gracias a la ayuda de voluntarios, en su mayoría jubilados y prejubilados, en todo el territorio nacional se hace llegar la comida a los centros en los que se encuentran estas personas en riesgo de exclusión social.
Al acto también asistieron el director general del Banco de Alimentos, Eusebio Jaume, así como el director general de Cooperación de la Conselleria de Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración, Josep Ramon Balanzat Torres, y un grupo de voluntarios.