Archivo - Vista general del puerto de Maó. - EUROPA PRESS - Archivo
MENORCA 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha presentado este jueves el balance de actuaciones y el plan de inversiones previsto para el puerto de Maó, que contempla una programación de más de 97 millones de euros entre 2025 y 2030.
En concreto, la licitación de la nueva estación marítima del Cós Nou, la puesta en servicio del primer punto de conexión eléctrica para buques y la transformación de la Ribera Sur del puerto centrarán las actuaciones de 2026.
En esta línea, el presidente de la APB, José Javier Sanz, ha explicado que dentro del primer trimestre de 2026 entrará en servicio en los muelles del Cós Nou el primer punto de conexión eléctrica para buques con tecnología OPS. Con un presupuesto cercano a los tres millones de euros, esta nueva infraestructura permitirá a los ferris conectarse a la red eléctrica terrestre y reducir significativamente las emisiones y el ruido durante su estancia en el puerto.
También, dentro de los primeros tres meses del año que viene concluirán las obras de conexión entre Cala Corb y el Moll d'en Pons, con una inversión próxima a los dos millones de euros. En este punto, Sanz ha recordado que la actuación fue paralizada por la localización en la zona de un coral endémico que tuvo que ser trasladado a otra parte del puerto.
El presidente de la APB ha destacado la licitación de la obras de construcción de la nueva estación marítima del Cós Nou durante el próximo ejercicio. Con un presupuesto de más de medio millón de euros, el proyecto básico y constructivo redactado por la UTE Port Maó, formada por las empresas Grimalt Nadal Morey Enginyers y Barceló-Balanzó Arquitectes, empezará a andar con el fin de poder inaugurar la nueva edificación a finales de 2027.
Por otro lado, el puerto de Maó se encuentra inmerso en el proceso participativo 'Port Maó. Horitzó 2030', anunciado ahora hace un año a la comunidad portuaria.
Se trata de una estrategia de participación ciudadana para reflexionar de manera colectiva sobre el futuro de la Ribera Sur del puerto de Maó. Todas las aportaciones recogidas de este proceso formarán parte del material base que se integrará en la elaboración del anteproyecto urbanístico.
También se encuentra en licitación el concurso para la gestión de una instalación náutica enfocada prioritariamente al fomento de la práctica federada de la vela y el piragüismo. Tras un intercambio prolongado de impresiones con el sector náutico, la APB descarta en esta concesión obtener ingresos extraordinarios por las tasas y, en contrapartida, apuesta porque la empresa adjudicataria invierta en la promoción del deporte.
"Esto es debido a un cambio en la estrategia de valoración de los pliegos concesionales de la APB, que da mayor ponderación a los aspectos sociales de las futuras concesiones que a los estrictamente económicos", ha dicho Sanz, quien también ha hecho hincapié en la mejora de las tasas portuarias, es decir, lo que recibe la APB anualmente por la ocupación del dominio público portuario y la actividad comercial que se realiza, se reduce a un 20 por ciento en esta nueva valoración.
En la reunión del Consejo de Navegación y Puerto celebrada este jueves se ha recordado también a la comunidad portuaria que en 2025 se resolvió una de las asignaturas pendientes desde hacía años que era la de disponer de un varadero a la altura de las necesidades del sector de la reparación y mantenimiento de embarcaciones.
En este punto, la APB ha recordado que el pasado julio se acordó elegir a la empresa Med Sea Yacht Services para gestionar la instalación de varada y botadura de embarcaciones del Cós Nou. La concesión tendrá una duración de 19 años y contempla una inversión total de nueve millones de euros destinada a una reorganización integral del varadero, modernización y ampliación de su capacidad operativa.
En 2025 se adjudicó a la empresa Nex Port Nautical Experience la gestión por 11 años de los amarres de náutica deportiva del muelle de Poniente, que incluía el paso a gestión indirecta de 55 amarres que hasta el momento venían siendo gestionados directamente por la APB. Las condiciones del traspaso suponen una mejora de los servicios náuticos al amarrista, sin que esto "repercuta en la tarifa a pagar al nuevo concesionario".
De estos usuarios, 37 manifestaron formalmente incorporarse a la nueva concesión, 13 decidieron continuar en gestión directa, mientras que cinco vieron rescindidos sus contratos al superar sus embarcaciones el límite de ocho metros de eslora de acuerdo con la normativa portuaria.
Los usuarios que decidieron permanecer en gestión directa han sido recolocados en puestos de amarres anuales o temporales, según su interés. En este momento, el puerto de Maó gestiona de forma directa casi 600 amarres de embarcaciones náuticas de hasta los ocho metros de eslora: 396 amarres durante todo el año y 202 durante los seis meses de mejor tiempo.
MÁS MERCANCÍAS Y PASAJEROS QUE EN 2024
Por otro lado, el puerto de Maó habrá registrado este año 2025 el movimiento de casi 900.000 toneladas de mercancías, cerca de un 10 por ciento más que en el ejercicio anterior. En cuanto al número de pasajeros se acercará a los 230.000, un 6,3 por ciento más que en 2024. Y en cuanto al número de escalas el porcentaje aumenta en un 7,3 por ciento, con 633 operaciones.
El conjunto de estas cifras indican el "buen momento" por el que pasa la actividad portuaria en el principal puerto de Menorca, lo que es "un reflejo de la realidad económico-social de la isla".
La APB ha presentado también los datos relativos al 'cash flow' social, el indicador que muestra cómo se redistribuye en la sociedad el valor económico generado a través de la actividad portuaria. Este instrumento permite cuantificar el "impacto real" del puerto en la economía y en el bienestar de la ciudadanía, más allá de su función logística.
Los puertos de interés general gestionados por la APB generan un total de 150 millones de euros, que se distribuyen de manera directa en el tejido económico y social de Baleares. Del total generado, 101 millones de euros, el 68 por ciento, se destinan al pago de proveedores, de los cuales 48 millones llegan a empresas de Baleares, al contribuir de manera "decisiva" a la actividad y sostenibilidad del tejido productivo local.
A este impacto se suman 32 millones de euros en tributos e impuestos que revierten directamente en las administraciones públicas, y 10 millones de euros destinados a salarios, que refuerzan el empleo y la actividad laboral vinculada al puerto. Además, seis millones de euros se retienen como valor para financiar gastos operativos, convenios y proyectos sociales, un componente especialmente relevante que impulsa acciones de mejora comunitaria, ambiental y de integración urbana.
En conjunto, estos resultados ponen de manifiesto que los 150 millones generados por la APB se redistribuyen íntegramente, al retornar a la sociedad en forma de actividad económica, puestos de trabajo, ingresos públicos y programas de valor añadido.