PALMA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Palma ha aumentado el gasto destinado a ayudas económicas, pero se tiende a la reducción en el número de familias atendidas por el consistorio.
Así se ha puesto de relieve en el balance de la situación del departamento después de un año de la declaración del estado de alarma a causa de la pandemia de la COVID-19.
"Este último año se ha hecho un esfuerzo ingente para estar junto a las personas que más lo necesitan, para apoyar sus necesidades básicas y evitar que la crisis acentúe los casos de vulnerabilidad", ha señalado el concejal de Cultura y Bienestar Social, Antoni Noguera.
La media mensual de familias atendidas durante los últimos 10 años se situaba alrededor de las 6.000. En febrero de 2020 fueron 6.450 familias atendidas. La coordinadora general de Bienestar Social, Catalina Trobat, ha destacado que en el mes de junio se alcanzó el máximo de 12.000 familias.
Desde entonces el número mensual de familias atendidas ha ido disminuyendo progresivamente, aunque sigue muy por encima de la época previa a la pandemia. En los últimos seis meses se ha estabilizado entre 8.700 y 9.000 familias atendidas cada mes.
En cambio, con respecto al gasto en ayudas económicas urgentes para las familias, la situación es precisamente a la inversa: se registra un aumento del gasto en ayudas para alimentación, productos básicos y conceptos relacionados con la vivienda o suministros.
"Cuando se compara el gasto en ayudas económicas de los dos últimos años y hasta el día de hoy podemos observar que durante el año 2019 y hasta el mes antes de la crisis de la COVID-19, el gasto mensual no superaba nunca los 400.000 euros. Con el inicio de la crisis sanitaria, el gasto mensual se sitúa en torno al millón de euros, llegando a tocar los 1,2 millones en tres meses concretos", ha destacado Trobat.
De acuerdo con Cort, el nuevo contexto ha presionado a los servicios sociales comunitarios básicos municipales en cuatro sentidos: aumento de demanda; dificultad de acceso a los servicios autonómicos y estatales; aumento imprevisto de las funciones, y barreras digitales en la población atendida y en la propia administración.
En cuanto a los equipos humanos cabe destacar que se ha reforzado el servicio con 33 personas: 13 de ellas mediante un proyecto de inversión y 10 provenientes del programa SOIB y Palma Activa. También se han incorporado 10 personas más gracias a un contrato de refuerzo.
