MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Fomento, José Blanco, aseguró hoy, durante la sesión plenaria celebrada en el Congreso de los Diputados, que las obras del túnel de la Sagrera "no se paralizarán" y que compartirá con el PP la "doble alegría" de poder mostrar al Papa la Sagrada Familia, cuando la tuneladora que opera el trazado del AVE en Barcelona haya acometido el tramo del templo de Gaudí sin ningún problema y "sin que haya pasado nada".
Blanco respondió de esta forma a la interpelación urgente del vicepresidente tercero del Congreso, Jorge Fernández, sobre los últimos informes conocidos en relación con los riesgos del túnel que se está construyendo bajo la Sagrada Familia de Barcelona.
Esos informes ponen en entredicho el actual trazado por la calle Mallorca y sugieren la paralización de las obras a expensas de nuevos estudios técnicos, en contra de lo estimado por el Ministerio de Fomento.
Fernández exigió al Gobierno que paralice las obras del trazado actual, y que estudie vías alternativas, a la vista del informe de la UNESCO elaborado en febrero y publicado en marzo, en el que se refieren "riesgos evidentes" derivados de la construcción de túnel y se propone pararlo, hasta la elaboración de un nuevo informe de especificaciones técnicas.
Rememoró que, conocido dicho informe, el ministro de Fomento "se fue a Barcelona el 22 marzo a poner la primera piedra" con la excusa de que "era la obra más vigilada del mundo", al tiempo que apuntó que "es tal el riesgo" que corre la Sagrada Familia que los técnicos de Adif convinieron la construcción de una muralla de protección de la cimentación del templo.
"Una muralla de 230 metros de longitud y constituida por unos pilotes anclados a 41 metros de profundidad" --señaló el vicepresidente tercero de la Cámara--, cuya construcción no ha estado exenta de fallos que pueden resultar "irrevocables".
"En esa pantalla de protección que debía estar a 1,95 metros de la Sagrada Familia, hubo un error del 42 por ciento" en la medición y se colocó "a 1,17 metros. Los técnicos de Adif no se dieron cuenta, pero sí los de la Junta de Construcción del templo", agregó.
Fernández precisó que no se trata de un "debate ideológico", puesto que la petición de cambio de trazado y la oposición al actual está consensuado, tanto en el Ayuntamiento de Barcelona como en el Parlamento catalán, donde PP, ERC y CiU votaron en contra.
Además, recordó que un cambio de trazado "no afecta" al de la conexión con Francia y que en marzo de 2004 el PP supo rectificar a tiempo el trazado de la calle Mallorca, también con el apoyo del Ayuntamiento y de la Generalitat, y se adoptó la variante que transcurre bajo la calle Valencia, cuya información pública y estudio informativo "ya estarían elaborados".
"Fue Magdalena Álvarez la que decidió volver al primer trazado, sobre el que se han recogido más de 8.300 alegaciones cuando con el anterior no se produjo ninguna", enfatizó.
Sin embargo, Blanco aseguró que desde su Ministerio no se va a decidir "paralizar las obras ni cambiar el trazado", sino que se va a permanecer "vigilante". Anunció la creación, el 30 de junio, de "una comisión de expertos" de Adif y profesionales especializados para seguir "minuto a minuto el desarrollo de la obra y evitar problemas".
El ministro de Fomento replicó sobre el informe de la UNESCO elaborado en febrero y señaló la existencia de un informe, fechado el 7 de junio, "que sí es el informe definitivo", en cuya conclusión "en ningún caso se cuestiona el trazado del AVE a su paso por Barcelona, ni se establece recomendación alguna para su modificación o paralización".
