La Cámara de Comercio defiende la individualización de la gestión aeroportuaria con la creación de un Consorcio público

Germà Bel espera que el Gobierno central no venda finalmente el 49 por ciento de Aena, al estimar que sería una "mala noticia"

Álvaro Middelman, Joan Gual Y Germà Bel
EUROPA PRESS
Europa Press Islas Baleares
Actualizado: martes, 6 septiembre 2011 21:40

PALMA DE MALLORCA, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Comercio de Mallorca aboga por la individualización de la gestión de los aeropuertos de Baleares, para lo cual considera que la "fórmula más adecuada" sería la constitución de un consorcio público, integrado por el Estado, el Govern, la administración insular y municipal de los ámbitos de los respectivos aeródromos y las respectivas Cámaras de Comercio insulares.

Así, el presidente de la Cámara de Comercio, Joan Gual, ha entregado esta tarde a los directores generales de Turismo y Puertos y Aeropuertos, Jaume Martínez, y Antoni Deudero, respectivamente, la propuesta de este organismo para la reforma de la gestión de los aeropuertos de Baleares, que ha sido elaborada por el catedrático de economía aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona Germà Bel.

En una rueda de prensa, Bel ha recalcado que cuando un aeropuerto se gestiona de manera individual, es "más fácil que el territorio reciba todo el impacto" económico de esta infraestructura, al igual que, según ha recordado, sucede en países como Francia y Alemania.

"Ésta es la línea que se tendría que seguir y, por una cuestión de dimensión, el Aeropuerto de Palma debería seguir el camino de los Aeropuertos de Madrid y Barcelona", ha considerado el economista, refiriéndose así al hecho de que el Gobierno haya sacado a concurso los contratos de concesión de la gestión de los dos mayores aeropuertos españoles por un periodo de veinte años y un importe inicial total de 5.300 millones de euros.

Para Bel, el consorcio público que propone para cada uno de los aeródromos de las islas, abonaría una contraprestación de un canon por el uso de las instalaciones no amortizadas, excluyendo el suelo, de manera que el periodo de tiempo de esta cesión no debería ser inferior a 50 años.

De este modo, la Cámara de Comercio de Mallorca señala que el consorcio público puede transmitir la concesión del dominio público aeroportuario a una sociedad gestora, de carácter mercantil, que será responsable del ejercicio de todas las funciones que no tengan carácter público.

"Si la sociedad gestora es de carácter público, la concesión se podría hacer de forma directa y en caso de que la concesión implique al sector privado se podría hacer mediante un concurso público y la sociedad gestora abonaría un canon al consorcio público", indica el informe elaborado por Bel para la Cámara de Comercio.

En este sentido, explica que la sociedad gestora del aeropuerto actuará con autonomía económica y financiera y por cuenta y riesgo propios, al tiempo que subraya que debería tener plena capacidad de actuación a la hora de establecer las tarifas, que "deberían tener la consideración de precios privados, en el marco de la regulación establecida por el organismo público correspondiente, respetando la competencia entre aeródromos".

Asimismo, añade que también tendrá capacidad de decidir, planear y financiar las inversiones y de participar en el proceso de asignación de derechos de aterrizaje y despegue (slots), respetando la regulación de la Unión Europea y ostentando capacidad decisoria cuando haya margen para la discrecionalidad.

Por otra parte, agrega que también tendrá libertad para mantener las relaciones comerciales con las compañías aéreas, incluyendo la promoción de nuevas rutas aéreas y para contratar los servicios que la sociedad no tenga que producir de manera directa.

Bel precisa en su informe que la aplicación de este proceso de reforma de los aeropuertos de las islas se podría aplicar a corto plazo y "sin ningún tipo de problema operativo a los aeropuertos de Palma y de Ibiza", mientras que en el caso del aeródromo de Menorca, "se deberían prever las medidas apropiadas en un periodo transitorio, considerando que en corto plazo no le será fácil alcanzar una situación de equilibrio financiero.

Pese a ello, Bel remarca que ello no debería ser un "problema relevante en el medio plazo, vista la dimensión relativa de las pérdidas, la previsión de crecimiento del tráfico en el futuro y las eventuales mejoras en la eficiencia del aeropuerto derivadas de la reforma de su gestión".

Por otra parte, el economista ha esperado que el Gobierno central no venda finalmente el 49 por ciento de Aena, al estimar que sería una "mala noticia", ya que "si se llega a vender este porcentaje como monopolio centralizado, haría inevitable la venta final del cien por cien".

No obstante, ha recordado que con la celebración de las elecciones generales el 20 de noviembre, la venta del 49 por ciento de Aena "no se llevará a corto plazo", por lo que, a su juicio, el Gobierno que se conforme se debería "parar y pensar" sobre el modelo de gestión de los aeropuertos "preguntándose" por qué en el resto del mundo "lo hacen diferente", respecto al sistema planteado por el Ministerio de Fomento.

"Si los municipios pueden gestionar el agua cómo no van a gestionar un aeropuerto", se ha preguntado Bel, quien ha admitido que en materia de aeródromos, "no sabemos si es mejor la gestión pública o la privada, por lo que no hay una medicina única, aunque lo que sí está escrito es que un aeropuerto individual funciona mejor".

SITUACIÓN ECONÓMICA DE LOS AEROPUERTOS DE BALEARES

Respecto a la situación económica y financiera del Aeropuerto de Palma, el informe de la Cámara de Comercio desvela que las ganancias antes de intereses, tasas, depreciación y amortización (EBITDA) se situaron en 80 millones de euros, 15 millones más que en 2009.

De este modo, detalla que, una vez consideradas las amortizaciones, el resultado de explotación de Palma en 2010 fue de 45 millones de euros y el resultado operativo (considerando el resultado financiero) es de 44 millones, lo que significa un beneficio de dos euros por pasajero.

En el aeropuerto de Ibiza, el EBITDA se situó en casi 12 millones de euros, si bien una vez efectuadas las amortizaciones obtuvo un resultado de explotación positivo de dos millones, que gracias a un resultado financiero positivo se convirtió en un resultado operativo de casi cuatro millones, lo que representa un beneficio de 0,78 euros por pasajero.

Por el contrario, en el aeródromo de Menorca, el EBITDA fue de 500.000 euros en 2010, mientras que el resultado de explotación fue de -10,5 millones de euros, a causa de las importantes amortizaciones efectuadas, por lo que el resultado operativo fue negativo en poco más de -13 millones de euros, registrando, por tanto, unas pérdidas de -5,23 euros por cada unidad de carga (pasajero).

De esta manera, en su conjunto, los aeropuertos de Baleares obtuvieron unos resultados agregados operativos positivos de 18,5 millones de euros en 2009 y de 34,7 millones de euros en 2010.

Respecto a la deuda acumulada, los aeropuertos de Palma e Ibiza presentaban en 2010 una deuda nula, mientras que en el caso de Menorca, se situaba a finales de 2010 en 163 millones de euros.

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