MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -
Una investigación en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha desarrollado un nuevo sistema de predicción de meteotsunamis (olas gigantescas de origen atmosférico, en lugar de sísmico) basado en la utilización conjunta de modelos numéricos de la atmósfera y el océano.
Según ha explicado el investigador del CSIC Joaquín Tintoré, los meteotsunamis tienen lugar varias veces al año, principalmente en verano, y no suelen causar grandes daños materiales en los puertos. Los más comunes tienden a estar asociados a ondas gravitatorias atmosféricas, es decir cambios de presión, que viajan a unos 100 kilómetros por hora, mientras que los más intensos y destructivos parecen estar relacionadas con núcleos de tormenta convectivos.
Tintoré explica que para hallar el nuevo modelo de predicción se ha "analizado el fenómeno a lo largo de todo su ciclo en el Mediterráneo occidental".
De este modo, se ha determinado que "en las etapas atmosféricas iniciales se producen las primeras variaciones de presión atmosférica en el norte de África en movimiento hacia las Islas Baleares y después se produce una fase de acoplamiento entre la atmósfera y el océano, que se traduce en una amplificación de la ola a medida que se propaga por la plataforma entre Mallorca y Menorca". Además, "son la etapa final, se produce una resonancia en el puerto", ha apuntado Tintoré.
Actualmente, el sistema de alerta de meteotsunamis que lleva a cabo la Agencia Estatal de Meteorología está basado en las condiciones sinópticas atmosféricas de gran escala, complementado con la vigilancia de los sistemas nubosos y las oscilaciones de presión. A juicio de los expertos, este método permite predecir las situaciones de meteotsunamis, pero no su intensidad.
"El nuevo estudio intenta predecir los meteotsunamis mediante modelos numéricos, atmósfera-océano, de alta resolución espacial y temporal. Esto permite simular con detalle suficiente tanto la propagación de la onda de presión atmosférica como la respuesta asociada del nivel del mar, lo que podrá aportar información de tipo cuantitativo y mejorar el sistema de predicción actual", ha comentado el primer autor del estudio, Lionel Renault.
En el trabajo, publicado en 'Geophysical Research Letters', se ha estudiado el caso de Ciudadela (Menorca), en donde el fenómeno es denominado 'rissaga'. En el caso de esta localidad la resonancia entre la ola exterior y la oscilación propia del puerto da lugar a variaciones del nivel del mar típicas de uno o dos metros en el interior del enclave portuario en tan solo 10 minutos, provocando fuertes corrientes y el vaciado y "secado" de la parte final del puerto, explican los expertos.
De esta forma, apuntan que los barcos fondeados aparecen varados en el fondo del mar hasta que vuelve a entrar el agua, y esta lo hace con tal intensidad, que provoca en muchos casos destrozos en las embarcaciones amarradas.
El 15 de junio de 2006 se registró el último meteotsunami fuerte en la zona, cuya amplitud de la oscilación del puerto llegó hasta los cuatro metros. Esta oscilación, la más importante de los últimos 20 años, causó graves daños a más de 100 embarcaciones y hundió otras 35; el coste económico total del desastre fue estimado en 10 millones de euros.