El empeoramiento de la meteorología evitó que la superficie afectada por el fuego fuera del doble

Después de que ayer quedase controlado el grave incendio desatado en Sant Joan de Labritja, en Ibiza, el Institut Balear de la Natura ha revelado que en caso de que se hubiesen mantenido las condiciones meteorológicas del día en el que se originó el incendio, el miércoles pasado, la superficie afectada habría alcanzado las 3.225 hectáreas, si bien finalmente se quedó en 1.576 hectáreas, menos de la mitad.

El gerente del Ibanat en funciones, Guillem Rosselló, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que el incendio se inició en "condiciones muy adversas" para un incendio, con 30 grados de temperatura, un 28 por ciento de humedad, vientos a una velocidad de alrededor de 20 kilómetros/hora, además de una "masa forestal muy densa". Sin embargo, la bajada de las temperaturas y un aumento de la humedad de las últimas horas han favorecido los trabajos de extinción.

Por ello, Rosselló ha augurado que el fuego estará finalmente extinguido "en las próximas semanas", si bien no cree que estas tareas se extiendan "más allá de dos semanas". Actualmente, hay unos 50 efectivos terrestres, así como dos helicópteros y dos aviones, que permanecerán en la zona hasta que el fuego se encuentre "totalmente extinguido".

Por otra parte, ha realizado una valoración positiva de los tiempos de respuesta que se dieron al encontrarse "dentro de los márgenes" establecidos. En este sentido, ha detallado que, siete minutos después de declararse, se realizó el despacho automático de los medios aéreos y terrestres desde Ibiza, mientras que a los 16, se enviaron desde Mallorca.

Además, a los 19 minutos se produjo la primera descarga de agua desde un avión, a los 20 llegó un avión Canadair y a los 24 acudieron las brigadas del Ibanat.

El responsable del Ibanat ha explicado que, una vez que el incendio esté totalmente extinguido, los técnicos recorrerán el perímetro afectado para ver qué tipo de actuación se debe realizar en cada zona en concreto.

En este sentido, ha adelantado que el plan de regeneración se compone de cuatro fases diferentes. Durante la primera se buscará la seguridad para las personas y los bienes y, por ello, se realizarán diferentes actuaciones como quitar los árboles con riesgo de caída.

A continuación, se luchará contra los fenómenos erosivos y de desertización mediante, por ejemplo, diques de contención, y se procederá a la regeneración de la zona, principalmente de manera natural pero, en el caso de que ésta no se produzca, se portarán plantas del vivero del Ibanat. La cuarta fase consiste en el restablecimiento del hábitat y de la población específica de la zona.

Tras este incendio, Rosselló ha señalado que el Ibanat sacará las conclusiones pertinentes para mejorar en el futuro y no volver a repetir los errores que se hayan podido cometer. No obstante y dentro de la catástrofe que ha supuesto el incendio, ha realizado una valoración positiva de la gestión puesto que se han tenido que lamentar daños personales y la coordinación fue buena entre los diferentes organismos.