Ve como retos la vinculación del trabajador a los beneficios de la empresa, la productividad y la aplicación real de la formación
MÁLAGA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio encargado por la Cámara Oficial de Comercio de Málaga y el Observatorio de los Recursos Humanos en el Sector Turístico de Andalucía aboga por llevar a cabo un cambio importante en el empleo turístico para no "atascar" esta industria y, por tanto, comprometer su desarrollo futuro.
'Análisis de la calidad laboral del sector turístico en Andalucía', realizado por Actua2 Consultores, refleja como retos del turismo en la región el que se vuelva a vincular al trabajador a los beneficios de la empresa como sucedía antiguamente, lo cual también redundaría en la calidad del servicio que se da a los clientes.
El director de Actua2 Consultores, Enrique Fernández, ha informado sobre los resultados del estudio, realizado tras encuestas a 900 empresas --pymes y micropymes--, que revela también la nula referencia a la productividad en los convenios colectivos de este sector y cuestiona la aplicación real que tiene la formación que realizan los trabajadores.
En este último caso, ha explicado que los datos "son alarmantes" y ha hablado incluso de una actitud "derrotista". Fernández ha precisado que los trabajadores realizan cursos formativos "pero en el 75 por ciento de los casos, después de hacerlos, no saben aplicarlo a sus empleos". "Es una formación finalista, no como cambio y mejora", ha apostillado.
Las empresas con una facturación menor a los 600.000 euros anuales tienen "dificultades frecuentes" para sustituir al empleado y adaptar su jornada para la formación; mientras que en las más grandes hay "poca conciencia" de la necesidad de formarse, señala el estudio, que añade que los niveles de cualificación son muy bajos, especialmente en las mujeres en pequeñas compañías; mientras que en las más grandes buscan trabajadores ya formados, especialmente de escuelas de hostelería o hoteles escuela.
Los contenidos más demandados por las empresas en general son restauración, atención al cliente e idiomas, éste en menor medida; por lo que, según Fernández, no se está innovando en empleo, "atascando una de las principales industrias por dejarla caminar por su propia inercia, sin saber aprovechar la formación de personal y repitiendo el modelo de servicios de comidas, bebidas y alojamiento".
También se percibe como una tara el inexistente compromiso de lealtad, la actitud y la vocación de servicio, a pesar de que "esto fue lo que ayudó a levantar la Costa del Sol, no las ayudas públicas". Otra de las que apunta el estudio son la pérdida de jornadas por conflictos laborales, las tasas de absentismo, el no incorporar a determinados colectivos como inmigrantes o discapacitados, la escasa innovación o la no incorporación de los trabajadores al accionariado de las empresas, "que es ciencia ficción".
UN SECTOR MADURO CON DIFICULTADES
Entre las conclusiones de este estudio está que el turismo es un sector "maduro", de empleo estable en su mayoría --el 93,2 por ciento tiene más de cinco años de antigüedad-- pero "fuertemente estacional", concentrándose el 60 por ciento del empleo entre los meses de julio a septiembre.
"La realidad económica de este sector maduro es realmente difícil", ha indicado el director de la empresa que ha realizado el estudio, que concreta que en las micropymes hay "dificultades para cumplir" en conceptos como el salario base, la antigüedad, las pagas extras, los pluses, los incrementos salariales, las jornadas laborales, las horas extra o los descansos; mientras que en las pymes esta situación está más regulada o se realizan compensaciones "más ordenadas".
Otra conclusión es por qué se sigue centrando la preocupación en la estabilidad laboral y se ve ésta como un fin y no como un resultado. Cuestionado por el futuro del empleo en esta industria, el responsable del estudio ha indicado que irá vinculado al futuro de las empresas; preguntándose en este sentido si los resultados turísticos de 2011 hubieran sido tan buenos "si no hubiera habido un Norte de África inestable".
El 86 por ciento de las empresas estudiadas tienen una facturación menor a 1,5 millones de euros anuales y el 64 por ciento inferior a los 300.000 euros. Un sector "muy atomizado sin que proyecte innovación ni renovación por la complementariedad de servicios"; expone el informe, que hace referencia a que la facturación por empleado del 80 por ciento de las empresas no supera los 24.000 euros al año.
El estudio señala que en las micropymes el 43 por ciento de los encuestados admite que la contratación se realiza por contactos personales, lo que provoca "un mercado tremendamente cautivo". Por el contrario, en empresas más grandes el 31,5 por ciento es por el mismo método, pero aparecen también los portales web en el mismo porcentaje y el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en un 15,7 por ciento.
UNA PRIMERA RADIOGRAFÍA
Por su parte, la delegada provincial de Empleo, Susana Radío, ha manifestado en rueda de prensa que este estudio es sólo una "primera radiografía" ya que le seguirá una segunda fase, con un análisis cualitativo y sugerencia de líneas de actuación. "Hay que analizar los resultados, ver cómo mejorar la formación y facilitar herramientas más útiles para el sector", ha dicho, incidiendo en la importancia que tienen planes como el Qualifica o el trabajo de las escuelas de hostelería, con un alto nivel de inserción laboral.
"Éste es un sector maduro y potente, marcado por una fuerte estacionalidad y hay que reflexionar sobre los vicios adquiridos", ha manifestado, al tiempo que ha agregado que se debe abrir una vía de diálogo "que no es tarea fácil pero que marcará las líneas a seguir en los próximos años".
En los mismos términos se ha pronunciado el presidente de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación, Jerónimo Pérez Casero, quien, además, ha abogado por "cuidar mucho el turismo para que siga siendo el motor económico de la provincia y de Andalucía".
