El Govern rinde homenaje al mallorquín Rafael Moy Pujol, fallecido en el campo de concentración de Hradischko

Homenaje al mallorquín, Rafael Moy Pujol, y otros seis represaliados españoles en el campo de concentración de  Hradischko (Chequia).
Homenaje al mallorquín, Rafael Moy Pujol, y otros seis represaliados españoles en el campo de concentración de Hradischko (Chequia). - CAIB
Europa Press Islas Baleares
Publicado: lunes, 11 abril 2022 18:46


PALMA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

Una delegación del Govern se ha desplazado a Praga (Chequia) este lunes para rendir homenaje al mallorquín Rafael Moy Pujol y otros seis españoles más, deportados y fallecidos en el campo de concentración de Hradischko.

El verano pasado un equipo de investigadores y familiares localizaron las cenizas de seis españoles deportados al campo de concentración nazi de Hradischko (Chequia), según un comunicado emitido por el Govern.

Durante la II Guerra Mundial, el administrador del crematorio de Stranice --lugar al que se enviaban las víctimas de Hradischko--, Frantisek Suchy, había ocultado y elaborado una lista clandestina con los nombres de las más de 2.000 personas, cuyos cadáveres fueron enviados por los nazis a dicho crematorio de la ciudad Praga.

Es en esta lista clandestina donde el equipo conformado por Unai Eguia, Antón Gandarias, sobrino del deportado Ángel Lekuona, y Antonio Medina, nieto del deportado Antonio Medina, localizaron el pasado mes de agosto los nombres de Enric Moner (Figueres, Girona), Ángel Lekuona (Busturia, Bizkaia), Antonio Medina (Motril, Granada), Pedro Raga (Ulldecona, Tarragona), Vicente Vila-Cuenca (Alberic, Valncia), y del mallorquín Rafael Moyá Pujol, natural de Sant Elm (Andratx), emigrado en Francia y deportado como enemigo político al campo de concentración nazi de Hradischko.

En la lista de Suchy todos ellos aparecen con idéntica fecha de defunción y cremación, 9 y 10 de abril de 1945, menos Vicente Vila-Cuenca, muerto el 19 de abril e incinerado el día 23, apenas tres días antes de la evacuación del campo.

A ellos habría que añadir el nombre de una séptima persona, identificada hace solo unas semanas, Antonio Clemente (Vera, Almería), que habría muerto y fue incinerado unos días más tarde, cuyas cenizas se trasladaron y enterraron en Francia después de la guerra.

Localizarlos ha sido posible gracias a la colaboración, entre otros, del director de Archivos Penitenciarios de la República Checa, Alex Kyr, que conservaba una copia de la lista clandestina elaborada por Suchy, y del administrador de cementerios de Praga, Julius Mlcoch, quien confirmó que, efectivamente, este hecho era correcto.

Los dos han participado en el acto que los familiares de los deportados y el Ayuntamiento de Praga han organizado este lunes, con motivo del aniversario de las fechas de su muerte, en el memorial que erigió el gobierno de la antigua Checoslovaquia a las víctimas del exterminio nazi, en el propio cementerio-crematorio de Stranice.

Allí descansan, casi 80 años después, las cenizas de los deportados españoles, junto a las de otros muchos deportados de la República Checa y otras nacionalidades. Hasta allí se han desplazado el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern, Jesús Jurado, y el director general de Memoria, Marc Andreu Herrera.

"Es la primera vez que se les rinde homenaje a sabiendas de una cosa tan excepcional como las circunstancias, las razones, y la fecha exacta de sus asesinatos y su posterior incineración", ha explicado Unai Eguia.

"El franquismo cometió muchos crímenes, al amparo de su alianza con Hitler y Mussolini, y uno de los peores fue dejar matar a centenares de republicanos, de luchadores contra el nazismo, en campos de concentración y de exterminio como Buchenwald, Mauthausen o Hradischko", ha asegurado Jurado.

En ese sentido, ha proseguido que, a diferencia del resto de Europa, "en España no hubo 'día D' y el dictador Franco cambió de chaqueta de puertas fuera y sobrevivió hasta morir en la cama en 1975".

"De puertas adentro la pesadilla continuó, porque cuando llegó la esperada democracia, los 'padres de la Constitución' prefirieron olvidarse de las víctimas enterradas en fosas, cunetas y también de las de los campos de concentración, 40 años de terror y otros 40 años de silencio vergonzoso, hasta ahora", ha lamentado el responsable de Memoria Democrática del Govern.

LA LISTA CLANDESTINA DE SUCHY

Más de 100.000 personas fueron deportadas al complejo de Flossenbürg y sus campos anejos --cerca de 100 subcampos o komandos-- entre 1938 y 1945. El número de víctimas mortales se cifra en torno a las 30.000.

Entre ellas hubo, al menos, 40 personas de nacionalidad española que fueron trasladadas al subcampo K-13, en las proximidades del pueblo de Hradischko, una zona militarizada que servía de zona de entrenamiento para los jóvenes de las SS. Solo en Hradischko, los nazis ejecutaron a unos 200 deportados en los días previos a su evacuación, el 26 de abril de 1945.

Hradischko no era un campo de exterminio, era un campo de trabajos forzosos que enviaba los cadáveres de sus víctimas a los hornos de Flossenbürg, situado a 200 kilómetros.

Sin embargo, al final de la guerra debido a múltiples factores como el avance de las tropas aliadas y soviéticas, la interrupción de las comunicaciones por tren y por carretera, y la voluntad de hacer desaparecer a los prisioneros del campo, los oficiales de las SS que gobernaban Hradischko aceleraron el ritmo del exterminio y decidieron enviar los cadáveres de sus víctimas al crematorio civil de Strasnice.

El administrador del crematorio, Frantisek Suchy, incumpliendo las órdenes nazis y arriesgando su vida y la de su familia, en lugar de hacer desaparecer los restos de los cadáveres, optó por guardar sus cenizas por separado, en urnas individuales, numerarlas y ocultarlas en el cementerio del crematorio. Suchy y su hijo tomaron nota de la identidad de las víctimas, su número de deportado, la fecha de su muerte y la fecha de su cremación.

El pasado mes de agosto de 2021, y después de meses de investigaciones, Unai Eguia, Antón Gandarias y Antonio Medina localizaron en esta lista a los seis deportados españoles. A ellos hay que añadir el séptimo, enterrado en Francia, que ha sido recientemente identificado.

El campo de concentración nazi de Flossenbürg y sus subcampos anejos fueron liberados por las tropas estadounidenses el 23 de abril de 1945.

Después de la II Guerra Mundial, en 1945, una misión de repatriación francesa tiene noticias de este hecho y se descubren las urnas con las cenizas del lugar donde las había ocultado el administrador del crematorio. En este momento, Francia repatría las cenizas de sus deportados, algo más de 80, y con muchas dificultades, intenta devolverlas a sus familias.

Las otras urnas no reclamadas, entre ellas las seis de las siete personas homenajeadas este lunes, se entierran con honores en el crematorio-cementerio de Strasnice, donde el gobierno de la antigua Checoslovaquia erige un memorial a las víctimas del exterminio nazi.

Casi 80 años después, los restos de los españoles descansan en este mismo memorial donde las autoridades checas los rinden homenaje cada 8 de mayo, con motivo del 'Día de la Victoria'.

RAFAEL MOY PUJOL

Rafel Moy Pujol, hijo de Rafel Moy y de Aina Pujol Palmer, nació en Sant Elm (Andratx) el 15 de agosto de 1904 y fue el cuarto de nueve hermanos, siete de ellos emigraron en Francia.

Nacionalizado francés, murió el 9 de abril de 1945 en el campo de concentración nazi de Hradischko, en la República Checa, donde fue deportado como "enemigo político por defender sus ideas y por defender una Francia libre", ha asegurado el Govern. Fue incinerado en el Crematorio Civil de Strasnice el 10 de abril de 1945.

Desde el 18 de marzo de 2021 una piedra del proyecto artístico 'Stolprestein', recuerda a Rafael Moy Pujol en el mirador de Fabioler de la pedanía de Sant Elm, en el municipio mallorquín de Andratx.

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