El IMAS no detecta un incremento de los casos de exclusión profunda, aunque sí de las personas que necesitan ayuda

PALMA DE MALLORCA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los diferentes servicios sociales de los ayuntamientos de Mallorca no han detectado durante el último año un aumento de los casos de exclusión profunda, aunque sí de las personas que, hasta el momento, tenían una situación normalizada y que la crisis ha provocado que tengan que acudir a las ayudas sociales.

Así lo han indicado la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Salom, y la consellera insular de Bienestar Social y presidenta del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Catalina Cirer, tras mantener un encuentro con unas 60 personas entre regidores de Servicios Sociales y alcaldes.

En rueda de prensa, Salom ha remarcado la necesidad de "ayudar" a las personas que, pese a que hace años gozaban de una situación normalizada, durante el último año han tenido que pedir asistencia. Según ha reiterado, se les debe "ayudar para que no pasen a ser crónicos" y, de esta manera, "no pasen a la bolsa de exclusión permanente".

Una forma de evitar esta cronicidad, según Cirer, es mediante la Renta Mínima de Inserción (RMI), que durante el 2011 tuvo 1.964 personas como titulares y alrededor de 4.600 beneficiarios, lo que supuso una inversión total de 5,65 millones de euros.

Cirer ha indicado que la RMI no tiene "vocación de ser permanente" y que, aunque permite una serie de prórrogas, se intenta que no sea una prestación "definitiva". Asimismo, ha indicado que una de las novedades de la RMI es que los perceptores podrán ser personas que hagan un trabajo a beneficio de la comunidad.

En relación a la deuda que el Consell mantiene con los consistorios, Salom ha remarcado su intención de priorizar el gasto social. En este sentido, Cirer ha explicado que hay pendientes 4,4 millones de euros del 2011 del Plan de Prestaciones Básicas, y que también está pendiente la tramitación inicial del del 2012.

Este encuentro ha sido convocado, ha explicado Salom, para escuchar la voz de los regidores o alcaldes sobre la realidad y los problemas que afectan a las personas de cada una de sus localidades.