PALMA DE MALLORCA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El magistrado José Castro, encargado hasta principios de 2007 de la instrucción del caso Son Banya, compareció hoy como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Palma por esta causa, donde apuntó que su confianza sobre el ex inspector de Atracos de la Policía José Gómez 'Pepote', permaneció "inalterada" hasta que recibió la sospecha de su implicación en parte de los hechos que se juzgan, y fue entonces cuando "me quedé de piedra".
Se trata del primero de los más de 50 testigos que está previsto que comparezcan a lo largo de esta semana. Ante el tribunal de la Sección Segunda que juzga el caso, aseguró que nunca sospechó "de lo que está brujuleando por aquí", en referencia al presunto trato que acordó con 'La Paca' para exculpar a su clan de las supuestas agresiones cometidas tras un robo millonario en Son Banya a cambio de dinero. "Seguiría confiando en él no no saberse lo que al final ha salido a la luz", remarcó el magistrado.
Según relató, fue el ex jefe de Policía de Palma, Elicio Amez, quien en un momento de la investigación, en agosto de 2006, le comunicó que el jefe del grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional, Antonio Suárez, le trasladó sus sospechas sobre Gómez, sobre quien "deposité mi confianza como a un policía honrado". Castro recordó que 'Pepote' se presentó el 20 de abril de 2006 en su despacho, tres meses después de las supuestas agresiones, para decirle que se iba a encargar del caso.
No obstante, aseveró no le comentó que su compañera sentimental, María de los Ángeles Calderón -también acusada- iba a llevar la defensa de las víctimas, entre ellas Ignacio Durand, quien hoy reiteró que fue secuestrado y torturado. Al respecto, Castro manifestó que "si un policía persigue al delincuente y y la abogada defiende los intereses de la víctima, en el terreno material no hay ninguna incompatibilidad, pero quizás la haya habido en el formal".
Tal y como agregó en relación con los detenidos del clan de Son Banya tras los hechos que sucedieron al robo de siete millones de euros escondidos en un agujero excavado en el poblado por la matriarca y su hermano 'El Moreno' -8.000 euros según ellos-, Gómez nunca se planteó "entrar en Son Banya para ir a por alguien, sino que se ofreció a tramitar las citaciones de los detenidos", algo que, puntualizó, "no es inusual, por lo que no me sorprendí ni imaginé si venían por alguna motivación en especial".
"'Pepote' sabía en un 90 por ciento quiénes iban a ir a prisión y quiénes iban a quedar en libertad", enfatizó el juez, quien apuntó que el ex inspector habló con él varias veces y una de ellas se trasladó a su casa "deprimido, al asegurar que le estaban tendiendo una trampa". Se refería a Suárez, quien, de acuerdo a lo que le manifestaba Gómez, "quería ganarse los favores de 'La Paca' como confidente y para ello la estaba presionando, diciéndole que Gómez estaba percibiendo una cantidad". Ante lo que le decía el policía, Castro se mantuvo "ingenuo y le insté a que lo denunciase".
Mientras tanto, en relación con la actuación de López Calderón, manifestó que en las ocasiones que habló con ella no le habló "ni de viajes ni de pagos" -en referencia al dinero que entregó por parte de 'La Paca', según ella, para indemnizar a Durand por las lesiones- aunque una de esas veces "me dijo alarmada que se hablaba de 400 millones de pesetas, y dijo que se iba a apartar del caso".
NEGOCIACIONES DE LÓPEZ CALDERÓN
"Me comentó cantidades que se estaban rumoreando, pero no sabía que ella estaba negociando ninguna, eso que quede claro", prosiguió Castro, quien, sobre el paradero de Durand, aseveró que 'Pepote' "diseñó una estrategia para conseguir la captura de Nacho" y le manifestó que "ya no hacía falta buscarlo, porque sabía que estaba en Paraguay".
Por otro lado, aseguró que no se ha entrevistado con los abogados personados en la causa, Gaspar Oliver y Catalina Pou -entonces defensores de 'La Paca'-, por lo que no se habló de la posibilidad de llegar "a un arreglo en términos de indemnización". "Rotundamente no", insistió Castro, al tiempo que, en relación con las grabaciones que le dio Gómez, "con la firmeza de algo que es una realidad constatable".
