El magistrado Carlos Gómez, saliendo del TSJIB.
El magistrado Carlos Gómez, saliendo del TSJIB. - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 18 junio 2020 17:29

PALMA DE MALLORCA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

La testigo protegida número 31 de la macrocausa de corrupción policial, conocida como la 'madame' del caso Cursach, no ha comparecido este jueves a su citación ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares tras haber cambiado recientemente de abogada.

La mujer estaba citada a declarar este jueves, en una pieza en la que figura como investigada junto a agentes del Grupo de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional, el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán.

El caso, que instruye el magistrado Carlos Gómez, versa sobre presuntos delitos de prevaricación, revelación de secretos, deslealtad profesional y detención ilegal, delitos que se atribuyen al juez y al fiscal en la investigación de la macrocausa de corrupción policial y política en Palma y sus derivadas.

Según han informado a Europa Press fuentes próximas al caso, la mujer se le asignó recientemente una nueva abogada de oficio, que pidió la suspensión de las declaraciones para poder estudiar la causa y también por coincidirle con otro señalamiento. Sin embargo, el TSJIB ha mantenido la citación. A pesar de ello, la testigo no ha comparecido en la sede judicial.

La testigo protegida número 31 ha sido investigada por falso testimonio después de que denunciara que dos policías le habían retirado su documentación a petición del empresario Bartolomé Cursach. En la macrocausa, la mujer había acusado a policías y políticos de participar en fiestas con prostitutas y drogas presuntamente pagadas por Cursach.

Este jueves también estaba citado otro testigo protegido y el resto de comparecientes eran abogados que defendieron a imputados en la macrocausa y sus derivadas.

A lo largo de los últimos tres días han desfilado por el TSJIB una cincuentena de testigos, varios de ellos personas que estuvieron imputadas, como los exconcejales del PP Álvaro Gijón, Irene San Gil y Gabriel Vallejo (posteriormente exonerados).

Para evitar aglomeraciones, se han organizado las declaraciones de manera que sólo las defensas y la Fiscalía -dos fiscales Anticorrupción desplazados desde Madrid- estaban presentes en todas las diligencias.

En cambio, de las acusaciones sólo estaba presente el abogado que hubiera propuesto al testigo, dada la elevada cifra de letrados personados.

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