El PP reprocha a Tarrés su lenguaje "machista" al referirse a la ex consellera de Deportes

IBIZA 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Partido Popular en Eivissa, Miquel Jerez, reprochó hoy al presidente del Consell Insular de la isla sus declaraciones "machistas" a la hora de referirse a la ex consellera de Deportes de la institución, Cati Palau. Declaraciones del 'popular', recogidas por Europa Press, tras las manifestaciones públicas formuladas por Tarrés, en las que, según el grupo, ·menosprecia, ofende y se burla" de la hoy diputada Cati Palau, al afirmar que "cuando era consellera sólo iba a repartir trofeos". Jerez lamentó que Tarrés además haya afirmado que "ni siquiera sé cuánto deporte ha hecho en su vida, a no ser que de pequeña jugase a la xinga".

"Que yo sepa, no hay una federación de xinga". Unas afirmaciones públicas a las que el Partido Popular de Eivissa, concretó su presidente, "se ha visto obligado a rechazar con el fin de defender la honorabilidad y reputación de nuestra compañera de partido frente a lo que consideramos una verdadera agresión, totalmente injustificada, desmedida y que atenta directamente contra la dignidad de la mujer", concretó.

En este sentido, el presidente del Partido Popular apuntó que desde el PP "no podemos tolerar un sólo comentario sexista más que tenga por objeto ridiculizar a las mujeres por el simple hecho de serlo, y mucho menos que la grosería la pronuncie alguien a quien se ha confiado la defensa institucional de nuestros intereses".

Asimismo, Miquel Jerez, afirmó estar convencido de que este comentario se produce por el simple hecho de que la diputada es una mujer, lo que agrava todavía más "la intencionalidad que emplea el presidente del Consell para defenderse de la legítima crítica que ejerce la oposición", aseguró.

Por último, Jerez apuntó que las expresiones "jocosas" de Xico Tarrés "no están a la altura de la responsabilidad que ocupa", ya que para el 'popular' son comentarios "rancios y perversos" que trasladan a la mujer a tiempos en que sus derechos más elementales no se reconocían, que "no son tolerables en sociedades avanzadas como la nuestra, y que sólo pueden tener cabida en muy determinadas mentalidades".