Psicólogo advierte que el uso de los móviles de los padres está "mayoritariamente" relacionado con los niños con TEA

PALMA 29 May. (EUROPA PRESS) -

El psicólogo de atención temprana Vicenç Arnaiz ha asegurado que la adicción que padecen los padres a los móviles guarda "mayoritariamente" una relación con los casos de niños que padecen trastornos del espectro autista (TEA).

El experto ha intervenido este jueves en la Comisión no Permanente sobre el Estudio y la Reflexión del Impacto de la Digitalización en la Educación del Parlament, en la que ha cifrado la proporción de este tipo de trastornos en el 1,5 o 2 por ciento de los menores de Baleares.

El psicólogo ha apuntado que cuando los progenitores atienden a los móviles "desconectan" de la criatura para estar pendientes de otra cosa y los bebés necesitan de los estímulos --como las caricias o el habla-- de sus padres para establecer las interconexiones neuronales.

De hecho, ha apuntado que lo que pasa en la edad de los 0 a los tres años es "definitivo", por lo que es cuando más se necesita la interacción con los progenitores.

Así, ha recalcado que si no hay esta comunicación con el bebé, este tiene un problema y esto se podría haber agravado con el uso de los móviles, porque los padres dejan de hablarles o jugar con ellos.

El psicólogo ha argumentado que estas conexiones se tienen que lograr antes de los ocho años porque después no se pueden reconstruir. Para ejemplificar su tesis, ha mostrado distintos vídeos de bebés y niños expuestos a los estímulos maternos y otros que no.

En ellos, se podía ver a un bebé de tres meses que reaccionaba con balbuceos al habla de una persona y otro que con un año --que había tenido esas carencias de estímulos-- estaba impertérrito y no se comunicaba con la persona que le estaba dando de comer en la 'escoleta'.

Arnaiz ha defendido que los menores en estas edades necesitan un relato de bienestar continuo y estable con las personas. "Da igual si es un padre, una madre o los abuelos pero se necesita una referencia continua, no de un día sí y otro no", ha remarcado.

En ese sentido, ha señalado que en los primeros años de vida los niños no tienen conciencia pero sí memoria, por lo que si sienten la misma voz, olor o tacto, se puede llegar a activar la imaginación y el cerebro, algo que no sucede si hay una pantalla entre medias.