El objetivo del proyecto ha sido prevenir deslizamientos protegiendo los taludes y hacer más segura la carretera Ma-2210
PALMA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El conseller insular de Movilidad e Infraestructuras, Iván Sevillano, ha visitado este lunes el fin de obras de contención de los taludes de Formentor.
Según ha informado el Consell de Mallorca en una nota de prensa, el conseller insular Iván Sevillano ha visitado este lunes el fin de las obras de contención de taludes de Formentor, un proyecto para prevenir deslizamientos protegiendo los taludes y hacer, de este modo, más segura la carretera Ma-2210 mediante mallas de triple torsión y pantallas metálicas de protección.
Además de Sevillano, también han asistido a este final de obra la directora insular de Infraestructuras del Consell de Mallorca, Olga Martínez, y la concejala delegada de Puerto de Pollena y concejala de Deportes del Ayuntamiento pollencí, Bianca Aguilar.
El conseller insular ha explicado que "lo que se ha hecho, con esta obra, es anticiparse a la posibilidad de que se produzcan desprendimientos en la zona, con el riesgo que esto supondría para la gente. Por tanto, se ha actuado antes, consolidando y protegiendo los taludes con la implementación de pantallas y otros elementos de sustentación y seguridad necesarios para proteger el entorno de la carretera Ma-2210 de deslizamientos y desprendimientos rocosos de la vertiente. De esta forma, se ha logrado dar mayor seguridad a la vía y a los usuarios de la misma".
"Esta obra no la hemos podido finalizar en mejor momento, hace dos semanas. El temporal nos ha permitido comprobar su eficacia, pudimos contener la inmensa mayoría de los desprendimientos que ha habido", ha añadido Sevillano.
El departamento de Movilidad e Infraestructuras del Consell de Mallorca había realizado un seguimiento durante los últimos años de los problemas ocasionados por la caída de bloques rocosos a lo largo de la carretera Ma-2210, una zona montañosa con laderas y acantilados de más de un centenar de metros de altura en algún tramo, entre los kilómetros tres y seis.
El terreno, por sus características, hace que sistemáticamente se produzcan deslizamientos rocosos, en especial en períodos de lluvias intensas. En muchas ocasiones, estos llegan en torno a la carretera provocando afectaciones al tráfico por bloqueos de calzada, impactos en elementos de la carretera y una disminución de la seguridad para los vehículos que circulan por ella. Todo esto es lo que se ha pretendido evitar con esta actuación.
"Son ya muchas las obras desarrolladas en esta legislatura con carácter preventivo. En muchas ocasiones, desde las Administraciones, se ha actuado a posteriori de un suceso catastrófico. Nosotros, en los últimos años, hemos hecho todo lo contrario, anticiparnos a los posibles desprendimientos y deslizamientos que pueda haber en la montaña, evitando así accidentes de los vehículos. Al fin y al cabo, hemos dotado de mayor seguridad en carretera", ha subrayado Iván Sevillano.
Hay que recordar que algunos tramos de esta carretera ya fueron protegidos contra desprendimientos hace más de 25 años y fueron renovados en 2017, después de un episodio de lluvias muy importante con un desprendimiento que afectó a las pantallas instaladas y fueron reconstruidas.
Cuando la dinámica de desprendimientos se acentuó, el departamento de Movilidad e Infraestructuras redactó el 'Estudio de alternativas para la protección contra desprendimientos rocosos de la carretera MA-2210 de acceso al Cap de Formentor' en el que se definen las características y se dimensionan nuevas medidas de protección contra desprendimientos en este tramo de la carretera, adyacentes a las zonas ya protegidas.
El conseller insular Movilidad e Infraestructuras ha querido destacar que en esta obra, además, "se han instalado dos sensores para la teledetección y control remoto de posibles desprendimientos que las pantallas vayan recogiendo en el futuro. De esta forma no sólo se protege la carretera sino que se podrá tener controlada de forma digital y en cualquier momento".
Otras de las actuaciones que se han llevado a cabo han sido la instalación de pantallas metálicas de distintas alturas --dos a cinco metros-- y capacidad de absorción de energía por impacto --de 100 a 3.000 kilojulios-- para proteger un total de 440 metros lineales de carretera; así como la instalación de redes de cable de acero ancladas en el terreno, geomallas y mallas metálicas de triple torsión para proteger una superficie total de taludes de 2.122 metros cuadrados mediante mallas y redes metálicas.
El plazo de ejecución de las obras ha sido de cinco meses, con un presupuesto de 410.762,32 euros, IVA incluido.
