Unos 10.000 ex paramilitares colombianos integran organizaciones dedicadas al secuestro, la extorsión y el narcotráfico

reuters
Actualizado: martes, 18 agosto 2009 20:27


BOGOTÁ, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -

Entre 4.000 y 10.000 ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mantienen en alerta a las autoridades colombianas por formar parte de organizaciones criminales dedicadas al secuestro, la extorsión y el narcotráfico, informó hoy el diario local 'El Tiempo'.

Se calcula que en Colombia operan entre ocho y 82 bandas emergentes o criminales (Bacrim), conformadas por ex paramilitares. "La Defensoría del Pueblo y las ONG hablan de nuevos copamientos de estos grupos e incluso de rearme paramilitar, con intereses distintos al combate de la guerrilla", señala el rotativo.

La Policía colombiana señala que con las más de 200 operaciones contra estos criminales las bandas emergentes se han reducido a ocho. Sin embargo, la Fundación Nuevo Arco Iris refleja en sus registros la existencia de 82 grupos delictivos que operan en 273 municipios del país.

Esta ONG habla de la existencia de una total de 10.000 combatientes de estas Bacrim, de los cuales más de 5.000 son desmovilizados de las AUC que están reincidiendo, mientras que el resto han sido reclutados recientemente.

La Defensoría del Pueblo, por su parte, confirma la existencia de unas 82 bandas criminales que han surgido a raíz de las desmovilizaciones promovidas por el Gobierno colombiano, pero destacan que su actividad se reduce a 141 municipios en 25 de los 32 departamentos del país.

Entre los grupos más conocidos se encuentran 'Águilas Negras', 'la Cordillera', 'los Rolos', 'los Rastrojos' y 'los Paisas'. "En su mayoría, según los testimonios de la gente, sus integrantes son antiguos paramilitares", señaló Félix Durán, miembro de la Organización Futuro, dedicada a atender a las comunidades desplazadas por el conflicto.

La Policía colombiana, sin embargo, señala que podrían ser unos 4.000 ex paramilitares los que forman parte de bandas criminales como 'los Paisas', 'Nueva Generación', 'Renacer' y la banda del Magdalena Medio, que se han formado en los últimos años.

EN LAS CIUDADES

La Fundación Nuevo Arco Iris señala que sólo el 42 por ciento de las actividades delictivas de las Bacrim con fines económicos está relacionado con el tráfico ilegal de droga. El 58 por ciento restante corresponde a extorsiones, robos de tierra y a la delincuencia en las ciudades, un elemento que antes no incluían los paramilitares.

Los habitantes de varias regiones de Colombia han asegurado que las operaciones de los ex AUC se han extendido a las zonas urbanas en forma de grupos de delincuencia común, por lo que no requiere el uso de uniformes ni armas largas por parte de los rebeldes, explica 'El Tiempo'.

Analistas han advertido de que, aunque se trata de grupos que tienen un funcionamiento al parecer independiente, este podría ser el punto de partida para el rearme de las AUC pese a los esfuerzos del Gobierno de Álvaro Uribe de reducir sus operaciones mediante la desmovilización de sus miembros a cambio de menores condenas.

Hace dos semanas, las fuerzas de seguridad capturaron a Medardo Holguín, alias 'Tormenta', uno de los hombres fuertes de 'los Rastrojos' en el departamento de Valle de Cauca (oeste del país), acusado de asesinar a unas 32 personas.

Las autoridades colombiana han alertado de que 'los Rastrojos' son el ejército oficial del conocido narcotraficante Enrique Calle Serna, alias 'Comba', jefe del cartel del Norte del Valle y uno de los hombres más buscados de Colombia.

REINCIDEN

El director de la Alta Consejería presidencial para la Reinserción, Frank Pearl, dijo la semana pasada que un 13 por ciento de las organizaciones al margen de la ley retoman las armas y han regresado a sus organizaciones de origen.

Aunque no dio cifras exactas, Pearl comentó que los datos los han obtenido por el número de rebeldes que han regresado a las cárceles, que han muerto en combate o que han sido asesinados por los propios miembros del grupo armado al que pertenecen.

Se estima que el proceso de desmovilización que promovió Uribe logró que más de 30.000 combatientes dejaran las armas entre los años 2003 y 2006, en el marco de la Ley de Justicia y Paz que promete reducir las condenas por algunos delitos a cambio de la colaboración de los paramilitares en los procesos judiciales para esclarecer los crímenes de las AUC.