El abrupto final de la política migratoria de EEUU deja varados a miles de cubanos

Inmigrantes cubanos
REUTERS
Actualizado: viernes, 13 enero 2017 18:11


CIUDAD DE MÉXICO, 13 Ene. (Reuters/EP) -

La inesperada decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de poner fin a la política migratoria de 'pies mojados/pies secos' ha dejado varados a miles de cubanos que habían invertido grandes cantidades de dinero y tiempo en alcanzar el sueño americano.

Esta política, que ha quedado derogada este mismo viernes, permitía a los inmigrantes cubanos que tocaran suelo permanecer legalmente en Estados Unidos, mientras que imponía la repatriación de los que fueran interceptados en el mar, los llamados balseros.

Ideada por el Gobierno de Bill Clinton en 1995, suponía una clara ventaja, de carácter netamente ideológico, para la comunidad cubana frente a los inmigrantes de otros países, que deben cumplir las estrictas leyes migratorias para poder quedarse en Estados Unidos.

Este giro en la política migratoria de Estados Unidos hacia los cubanos obedece al diálogo que ambos países iniciaron el 17 de diciembre de 2014 para normalizar las relaciones bilaterales y derribar así el último muro de la Guerra Fría en el continente americano.

La posibilidad de que la Casa Blanca revirtiera lo que ha definido como una política de "una era diferente" ha propiciado en el último año un éxodo de cubanos que se han lazando a una peligrosa aventura por la región para cruzar la frontera mexicana hacia Estados Unidos.

Es el caso de José Enrique Manreza, que el pasado diciembre vendió su casa y todas sus propiedades para costearse una travesía de 10.000 dólares que le ha llevado a pie, en autobús y en avión hasta la ciudad mexicana de Tapachula, en la frontera, donde ha quedado atrapado junto a otros 30 inmigrantes cubanos.

"Imagínese cómo me siento después de que estuve seis días con seis noches corriendo por el río, por la selva, la humedad", ha dicho Manreza, que tenía un pequeño almacén en La Habana. "Tuve que dar dinero, mucho dinero y ahora nos pasa esto", ha lamentado. Ahora, debe decidir entre regresar a Cuba o pedir asilo en México.

La mayoría de los inmigrantes cubanos a los que la noticia ha cogido a medio camino se encuentran en Centroamérica. Los países de la región cerraron temporalmente las fronteras para frenar un flujo de llegadas sin precedentes.

Los que se han quedado en Panamá han advertido de que hay muchos más detrás. "Vienen más cubanos con niños, embarazadas, personas mayores", ha contado Gabriel Alejandro Marín, que forma parte de un grupo de 50 inmigrantes que están en Ciudad de Panamá. "Hemos vendido todos los muebles para esto", ha subrayado.

Para Iván Díaz, que salió de Cuba hace tres meses con su mujer, ha sido un "shock", "como que te quiten el oxígeno". Salió con 25.000 dólares, a los que contribuyeron familiares desde Miami, y ahora solo tiene diez dólares en el bolsillo para llegar hasta Laredo, en la frontera mexicana: "algo se podrá hacer y, si no, que me deporten".

PROGRAMA MÉDICO

Obama ha acabado también con el programa para médicos cubanos que permitía al personal sanitario enviado por el régimen 'castrista' a otros países en misiones humanitarias desertar en embajadas y consulados para obtener automáticamente el visado.

Washington ha argumentado que este "trato preferencial" a los médicos cubanos en el extranjero "contradice los esfuerzos" para "combatir las enfermedades que amenazan la salud y la vida" en todo el mundo porque desalentaba estas misiones humanitarias.

La mujer de Manreza, enfermera de profesión, estaba trabajando en Venezuela como parte de un acuerdo de petróleo a cambio de médicos. "Cuando le llamé se puso a llorar", ha relatado, aunque no ha aclarado si pretendía desertar.

SIN PRIVILEGIOS

Para Ariadna Esteves, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte, "eliminar los tratos preferenciales a ciertas nacionalidades, como en este caso a Cuba, quiere decir que van con una política de asilo más estricta" que la fijada por el Derecho Internacional.

De acuerdo con los datos proporcionados por el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, unos 40.000 cubanos llegaron a territorio estadounidense en 2015, a los que se sumaron otros 54.000 el año pasado.