MOSCÚ, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 3,5 millones de campesinos afganos se dedican actualmente al cultivo de la amapola opiácea, cuya producción ha aumentado 40 veces desde 2001, según informó este viernes el director de la agencia antidroga rusa FSKN, Viktor Ivanov.
"Todo apunta a que la organización de la seguridad ha fallado", declaró en Berlín durante una intervención ante la Sociedad Alemana de Política Exterior. La presencia militar y el incremento de la violencia "suponen una especie de catalizador que empuja al campesino empobrecido hacia la producción del opio", añadió, citado por la agencia rusa de noticias RIA Novosti.
Ivanov recordó que Afganistán genera en la actualidad un 95 por ciento de las amapolas opiáceas y que su producción supone "el triple de lo que se cosechaba en todo el mundo hace una década". El negocio maneja 65.000 millones de dólares anuales. De ellos, sólo 5.000 millones quedan en territorio afgano y apenas 500 millones van a parar a las manos de los campesinos, lo que equivale a unos 200 dólares anuales por persona, explicó.