BERLÍN, 13 Sep. (EP/AP) -
La canciller alemana, Angela Merkel, instó ayer al Parlamento a respaldar el despliegue de las tropas y el trabajo de reconstrucción en Afganistán, al tiempo que crece el escepticismo entre la opinión pública sobre la presencia de Alemania en el país.
"Hay mucho en juego en Afganistán", advirtió Merkel, tras referirse a los "considerables desafíos" que suponen la reconstrucción, la seguridad y la lucha contra la droga allí.
Las declaraciones de la alemana se producen después de que las encuestas mostraran que una pequeña mayoría de germanos quiere el regreso de los 3.000 efectivos desplegados en Afganistán, y después de que la Policía informara de que había desbaratado un plan terrorista para atacar una base estadounidense y otras instalaciones en Alemania.
El próximo otoño se debatirán, para su renovación, tres resoluciones diferentes en relación a la implicación de Alemania en Afganistán. Sin embargo, parte de la oposición ha pedido que se ponga fin a la misión.
Además, parte de los socialdemócratas que participan en el Gobierno de coalición de Merkel se muestran escépticos ante una de estas resoluciones que autoriza la participación de las tropas alemanas en la 'Operación Libertad Duradera' (OEF) liderada por Estados Unidos y basada en la lucha contra el terrorismo tanto en Afganistán como en el exterior.
Las otras medidas, que autorizarán el despliegue como parte de las Fuerzas de Asistencia para la Seguridad Internacional (ISAF) de la OTAN y el uso de aviones de reconocimiento 'Tornado' resultan menos controvertidas.
Merkel aseguró "tomar en serio" las preocupaciones sobre la 'Operación Libertad Duradera', pero argumentó que este esfuerzo cuenta con el apoyo de varias resoluciones de Naciones Unidas y del Gobierno afgano.
"Estoy convencida de que hasta que no se haya borrado el riesgo de resurgimiento de los talibán y de Al Qaeda, la estabilización del país a través del ISAF debe ser completado por la OEF", insistió.