KABUL, 22 Nov. (Reuters/EP) -
Afganistán necesitará en la próxima década alrededor de 7.000 millones de dólares al año de la comunidad internacional para sufragar los gastos que le supondrán, entre otros ámbitos, la seguridad nacional, según una estimación hecha pública este martes por el Banco Mundial en su informe 'Transición en Afganistán: Más allá de 2014'.
El gasto anual proyectado por la institución no incluye el previsible gasto que supondrá la permanencia de miles de militares extranjeros cuando las tropas internacionales se replieguen tras 2014, pero sí calcula cuánto dinero puede recaudar de más en los próximos años, por ejemplo retomando la explotación de yacimientos mineros.
La diferencia entre el dinero que puede recaudar el Gobierno afgano y lo que necesitará para combatir la insurgencia equivaldrá a una cuarta parte de los ingresos previstos para el año 2012. Todo ello, según el Banco Mundial, en un escenario "prudentemente optimista" en el que la agricultura sea más eficiente, se abran dos importantes minas de cobre y hierro, aumenten los impuestos y la inseguridad no supere de los niveles actuales.
La ayuda internacional, que en 2011 alcanzó los 16.000 millones de dólares, descenderá a medida que los países reduzcan su presencia internacional en Afganistán. El Banco Mundial prevé que, en un escenario de crecimiento económico, las necesidades afganas aún rondarán un año después de 2014 los 7.000 millones de dólares al año.
Sin "estos niveles de asistencia extranjera", el Gobierno afgano necesitará poner sobre la mesa soluciones "extremadamente difíciles y posiblemente desestabilizadoras", según el Banco Mundial, que advierte de los riesgos de recortar la capacidad de las fuerzas de seguridad o servicios básicos como salud o educación.
El año pasado, el gasto en ayuda fue equivalente a todo el PIB de Afganistán, lo que pone de manifiesto la necesidad de que desde Kabul se reorienten las políticas. Muy pocos países en el mundo gozan de tanta solidaridad internacional y los citados por el Banco Mundial, como Liberia, son de menor tamaño.
Afganistán es uno de los países más pobres del mundo, con una renta per cápita anual de 528 dólares. Con las tropas extranjeras presentes en el país asiático y gracias al respaldo internacional a programas de ayuda y desarrollo, durante la última década Afganistán ha crecido a un ritmo medio anual del 9 por ciento.
Sin embargo, "la población anual crece un 2,8 por ciento al año", ha advertido la directora en funciones para Afganistán del Banco Mundial, Josephine Bassinette. "Por ejemplo, si asumismos que Afganistán crece al 6 por ciento anual, su media de ingresos per cápita tardaría una generación en doblarse", ha añadido.
