AI pide "medidas contundentes" a la MINUSCA para proteger a los civiles de los ataques sectarios

Actualizado: domingo, 7 diciembre 2014 19:30

MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha solicitado este jueves a la Misión Multidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización de República Centroafricana (MINUSCA) que adopte "medidas contundentes" para proteger a la población civil ante el incremento de los ataques sectarios en el centro del país.

"Pese al despliegue de una nueva misión de paz de la ONU el 15 de septiembre, decenas de civiles, varios menores entre ellos, han perdido la vida y miles más han sido desplazados en las últimas semanas", ha denunciado la organización a través de un comunicado.

En el mismo, ha recalcado que la capital de RCA, Bangui, subre una nueva ola de violencia desde principios de octubre. "Si la misión de paz de la ONU quiere tener credibilidad, debe adoptar medidas más enérgicas para proteger efectivamente a la población civil de todos los abusos que está sufriendo", ha dicho el director adjunto del Programa Regional para África Occidental y Central de AI, Stephen Cockburn.

"Los ataques de Séléka, los 'anti balaka' y los combatientes armados peul en las regiones centrales del país hacen que la situación sea sumamente inestable y peligrosa. Si no se adoptan medidas urgentes, podría degenerar en el tipo de violencia sectaria incontrolada que vimos a principios de año en la región occidental", ha agregado.

AI ha afirmado que ha documentado ataques contra la población civil en las localidades de Dekoa y Bambari, así con el Yamalé, Batobadja, Matchika, Tchimangueré, Gbakomalékpa y Baguela, ubicados en los alrededores de Bambari.

"En esta zona, en los últimos meses, las fuerzas de Séléka, integradas sobre todo por musulmanes, escindidas ahora en al menos dos grupos armados, se enfrentan a las milicias 'anti balaka', compuestas principalmente por cristianos y animistas", ha detallado. Así, ha denunciado que "todas las partes atacan sistemáticamente a los civiles que consideran partidarios de la parte contraria".

En el marco de sus investigaciones, la organización ha citado el ataque ejecutado el 10 de octubre por parte de Séléka contra la localidad de Dekoa, suceso que se saldó con la muerte de catorce civiles, entre ellos cuatro niños y tres mujeres. Nueve personas fueron asesinadas en el interior de una iglesia.

Cockburn ha detallado que las fuerzas francesas llegaron a la iglesia poco después, "impidiendo que se cometiera una masacre a gran escala en Dekoa". Los enfrentamientos se saldaron con la muerte de al menos seis milicianos de Séléka.

ATAQUES EN BAMBARI

En las últimas semanas se han registrado además varios ataques en Bambari y sus alrededores, entre los que está el asesinato de un civil musulmán al que se le había averiado el coche, suceso en el que murieron otros dos musulmanes, y la muerte de cinco civiles en un ataque en aparente represalia.

Asimismo, AI ha denunciado que siete civiles musulmanes fueron asesinados días después por los 'anti balaka' tras una emboscada en una carretera. "Tomaron a un grupo de personas, cristianos y musulmanes, y dejaron marcharse a los cristianos, incluido el conductor", ha dicho un hombre identificado como Saidu.

"Mataron a todos los hombres musulmanes capturados. Desnudaron los cadáveres para humillarlos y los cortaron en trozos, amputándoles las manos y los pies", ha agregado, en declaraciones concedidas a AI.

Los peul, un gran grupo de pastores nómadas, han participado también en ataques contra algunos pueblos de los alrededores de Bambari, sin que se conozca por el momento el número de víctimas provocado por dichos asaltos. Este grupo ha sido además víctima de ataques por parte de los 'anti balaka'.

NUEVA OLA DE DESPLAZAMIENTOS

AI ha denunciado que estos actos de violencia han provocado una nueva ola de desplazamientos, en los que miles de personas han huido de sus casas. La mayoría de ellos se ha refugiado en la iglesia de Notre Dame des Victoires, en Bambari, mientras que otras se han dirigido a pie a Grimari, 80 kilómetros al este de Bambari.

"Tanto Bambari como Dekoa son ahora pueblos fantasmas, llenos de casas vacías, comercios cerrados y edificios abandonados. Las fuerzas internacionales presentes en el país deben aumentar sus esfuerzos para proteger a los civiles y garantizar que pueden regresar a sus hogares y vivir sin peligro", ha remachado Cockburn.

Se calcula que miles de personas han muerto en el marco del conflicto y que cerca de 2,2 millones, alrededor de la mitad de la población, necesitan ayuda humanitaria desde el inicio en diciembre de 2012 del conflicto tras el levantamiento armado de la guerrilla Séléka, de mayoría musulmana.

La milicia, una coalición de rebeldes de mayoría musulmana del norte del país que se hizo con el poder tras un golpe de Estado en 2013, fue acusada de múltiples abusos de los Derechos Humanos, lo que llevó a parte de la población cristiana a crear las milicias 'anti balaka' para combatir sus excesos.

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