BERLIN, 22 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Rosa Aranda) -
Sólo diez de las 30 personas que viajaban en el tren de alta velocidad accidentado esta mañana en el norte de Alemania, pudieron ser rescatadas con vida hasta el momento, mientras las autoridades de la zona temen que el resto de pasajeros no salga con vida de los habitáculos del Transrapid.
Pese a que aún no se sabe a ciencia cierta la cifra exacta de víctimas mortales en este suceso ocurrido por la mañana en la región cercana a Osnabrueck, las autoridades alemanas estiman que éstas pueden ascender a 18.
Las tareas de evacuación están siendo agilizadas por los bomberos alemanes así como por más de 150 dispositivos de rescate enviados a la zona. Las actividades están siendo especialmente difíciles, ya que en el tramo en el que se produjo el accidente las vías estaban elevadas sobre unos pilares de 4 metros de altura.
El ministro alemán de Transportes, Wolfgang Tiefensee, que se encontraba de visita oficial en China, se mostró "verdaderamente preocupado" por lo acontecido, de modo que suspendió su viaje y regresará esta misma tarde a Alemania. El accidente se produjo cuando un tren de suspensión magnética y sin conductor colisionó con un tren técnico cuando viajaba a una velocidad de 200 kilómetros por hora, aunque su capacidad máxima puede alcanzar los 450 kilómetros, informó hoy Dieter Sturm, portavoz del distrito de Emsland, donde se produjo el accidente.
Se trataba de un trayecto ferroviario de prueba de 31.8 kilómetros en el que viajaban frecuentemente turistas, pero que en esta ocasión iba ocupado en su mayoría por trabajadores del tren y sus familiares. El 'Transrapid', una de las joyas tecnológicas alemanas, lleva probándose más de una década y aún no se llegó nunca a un acuerdo sobre su utilización práctica.
