El líder de la CSU bávara, Horst Seehofer
REUTERS / LUKAS BARTH
Actualizado: martes, 5 diciembre 2017 17:13

BERLÍN, 5 Dic. (DPA/EP) -

La Unión Socio Cristiano (CSU), el aliado bávaro de la canciller alemana, Angela Merkel, se ha ratificado este martes en su negativa a permitir la reunificación familiar de los refugiados, a pesar de las demandas en este sentido del Partido Social Demócrata (SPD), que una vez más vuelve a ser clave para formar gobierno.

La CSU consiguió que Merkel impusiera una moratoria sobre la reunificación familiar que expirará el próximo mes de marzo. Los socialdemócratas han pedido a la canciller, como parte de los contactos exploratorios para reeditar la gran coalición, que no prorrogue dicha suspensión, pero la CSU insiste.

"Esto provocaría un aumento masivo de la inmigración que superaría por completo la capacidad de Alemania para facilitar la integración" social de los recién llegados, ha esgrimido el líder de la CSU, Horst Seehofer, en declaraciones al diario local 'Bild'.

La política migratoria, donde el CSU ejerce una gran influencia, será uno de los temas clave en las negociaciones entre el SPD y la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel. La firmeza del CSU en sus posiciones sobre política migratoria ya hizo descarrilar las conversaciones anteriores con liberales y verdes.

Está previsto que el próximo jueves el SPD celebre un cónclave interno para decidir si inicia un diálogo formal con la CDU para facilitar a Merkel un cuarto mandato. Sin embargo, gran parte de los socialdemócratas, según varios sondeos, rechaza una nueva alianza con los conservadores.

La CDU de Merkel ganó las elecciones federales del 24 de septiembre pero no con la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Tras semanas de negociaciones con liberales y verdes, ahora solo le queda la opción de pactar con el SPD, su hasta ahora socio de Gobierno, o llamar de nuevo a las urnas.

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