El americano Matthew Todd Miller relata su "excelente aventura" en Corea del Norte tras ser liberado

Americano Matthew Todd Miller Corea del Norte
Foto: KCNA KCNA / REUTERS
Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 21 noviembre 2014 15:19

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El americano Matthew Todd Miller, condenado a seis años de trabajos forzados en Corea del Norte pero finalmente liberado a principios de noviembre, ha relatado su "excelente aventura" en el país y ha asegurado que no tiene "quejas" de los norcoreanos pues, de hecho, quería quedarse allí.

"Estaba intentando quedarme en el país, ellos querían que me fuera, pero yo no", ha dicho en una serie de entrevistas concedidas a la cadena NK News, en las que explica que su "mayor miedo" era, precisamente, "no ser arrestado".

De este modo, el californiano de 25 años cuenta que él mismo dañó su visado antes de llegar a Pyongyag, y que en China, justo antes de ir a la capital norcoreana, escribió notas sobre América y Corea del Sur en un cuardeno con el objetivo de que le arrestaran al pensar que era un espía. Aunque "instantáneamente supieron que era falso y querían saber la verdad sobre mí", añade.

Según él mismo cuenta, su motivación radica en las informaciones que ha visto en los medios de comunicación sobre Corea del Norte. Quería ir al país y comprobarlo por sí mismo, hablar con la gente "sobre cosas normales" y conocerlos. Algo que, dice, ha conseguido. "Fue un error, pero un éxito", matiza en las entrevistas.

De hecho, Miller asegura que en todo momento estuvo "en control de mi situación", pues sabía "los riesgos y las consecuencias de mi actuación". "Mi viaje probablemente no ha supuesto un cambio para nadie, excepto para mí", continúa, al tiempo que dice sentirse culpable por haber hecho a los americanos y norcoreanos "perder el tiempo" por él.

Pero la sorpresa llega cuando él mismo relata su experiencia: "Puede sonar raro, pero estaba preparado para la tortura y, en su lugar, fui matado de amabilidad", explica desde su casa de California, según cuenta The Guardian.

El americano no fue oficialmente arrestado hasta la tercera semana, cuando fue trasladado a lo que él llama 'casa de invitados' en la que le daban de comer y donde había otros encarcelados, como el también americano Kenneth Bae, liberado junto a él.

Una vez fue condenado a trabajos forzados, ya sí pasó a una 'prisión convencional' que, en esta ocasión, Miller describe como "una especie de granja" en la que estaba todo preparado para que él trabajara moviendo rocas pesadas.

Con todo, Miller ha pedido perdón a Corea del Norte: "Antes de ir no pensaba que me sentiría culpable por mis acciones hacia Corea del Norte --explica--, pero después de un tiempo me sentí culpable, siento que cometí un error aunque consiguiera mis objetivos".

Con todo, finalmente pidió ayuda a los Estados Unidos para volver a casa, algo que ni él mismo saber justificar: "Todavía estoy pensando en cómo responder a eso", comenta, al tiempo que menciona que cuando decidió viajar hasta Asia "no tenía intención de pedir ayuda a mi Gobierno", algo que después terminó cambiando.

Pese a las disculpas por el "tiempo perdido" de ambas administraciones en su caso, el joven señala que se siente satisfecho porque, finalmente, ha conseguido conocer a los norcoreanos --al menos al traductor que siempre trabajó con él-- y no tiene "ninguna queja" contra ellos.

Últimas noticias sobre estos temas

Contenido patrocinado