DAKAR, 28 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Senegal ha realizado este martes un amplio despliegue de fuerzas armadas en Dakar, así como de medios para la defensa del personal y de las sedes gubernamentales, a raíz de los disturbios que se produjeron ayer en la capital por los sucesivos cortes de la electricidad. Por el momento, no se han registrado revueltas.
En concreto, las autoridades senegalesas han desplegado tropas adicionales frente a las sedes ministeriales y varios contingentes de policías antidisturbios patrullan las calles de Dakar. Asimismo, el transporte de personal hacia el palacio presidencial ha sido blindado y al menos un helicóptero de combate está sobrevolando el monumento del Renacimiento africano, una estatua que ha sido objeto de polémica por su coste, estimado en unos 27 millones de dólares (casi 19 millones de euros).
Los cortes de electricidad se han prolongado durante más de 30 horas, lo que ha desatado la ira popular contra el Gobierno. Según varios testigos presenciales, "cientos de jóvenes" han saqueado las oficinas de la Sociedad Nacional de Electricidad de Senegal (Senelec) y los hogares de varios cargos ministeriales y han prendido fuego a neumáticos.
El director de la Senelec, Seydina Kane, ha comparecido este martes en la televisión nacional flanqueado por dos ministros para calmar los ánimos ante esta "difícil situación" y "presentar sus disculpas ante toda la población". Kane ha argüido que los cortes de electricidad han sido producidos por la escasez de combustible y ha asegurado que la compañía está trabajando para resolver esta coyuntura para finales de año.
APAGONES REITERADOS
Estos incidentes no son aislados, ya que la compañía estatal Senelec no ha podido hacer frente a la demanda eléctrica durante los últimos años. De hecho, una fuente de la empresa ha subrayado que, en esta ocasión, la situación es especialmente preocupante al admitir que a día de hoy existe una "ingente falta de combustible".
"Estamos enfadados con estos cortes de la electricidad porque nos están creando grandes problemas en nuestra vida cotidiana", ha afirmado Yancuba Diata, un profesor afectado por los apagones. "Teníamos grandes esperanzas depositadas en Wade cuando llegó hace once años pero no ha sido capaz de lidiar con los problemas de Senegal" y por ello, ha dicho, "queremos que se vaya".
Las revueltas comenzaron la semana pasada después de que el presidente Abdulaye Wade tratara de reformar la Constitución de manera que, en base a los sondeos difundidos hasta el momento, pueda revalidar su cargo en febrero sin necesidad de concurrir a una segunda vuelta, lo que, a priori, podría socavar su holgada mayoría.
No obstante, Senegal está considerada como uno de los países más estables y democráticos de África Occidental, si bien, desde que Wade tomara el poder hace once años, la frustración popular se ha incrementado debido al deterioro de los servicios públicos y, en especial, el suministro eléctrico.
