MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El norcoreano Shin Dong-hyuk, quien nació y residió en los primeros 24 años de su vida en un campo de concentración de Corea del Norte, ha denunciado las ejecuciones y abusos que se cometen en estos centros de detención y ha advertido de que los guardias encargados de controlar estos campos tienen capacidad para cometer "homicidios en masa" comparables al Holocausto nazi.
"Hay un lugar que visito siempre que vengo a Washington D.C., el Museo en Memoria del Holocausto", declaró durante un foro en la capital de Estados Unidos, citado por la agencia surcoreana de noticias Yonhap. "Viendo las imágenes de vídeo, imagino el futuro de los campamentos de presos políticos de Corea del Norte", prosiguió.
Shin nació hace 31 años en el llamado Campo 14 (a casi 90 kilómetros al norte de Pyongyang), en el que se le obligaba, al menos dos veces al año, a presenciar las ejecuciones públicas de presos. A los 24 años consiguió forzar las vallas eléctricas del campo de concentración y huir a China, y desde 2006 reside en Corea del Sur.
"Los que cometían aquellas ejecuciones públicas, a mi juicio, tienen capacidad suficiente para perpetrar homicidios en masa de prisioneros si le sucediera algo a Corea del Norte", advirtió Shin, cuyos recuerdos figuran en el libro 'Escapar del Campo 14', publicado el pasado mes de marzo y escrito por el periodista estadounidense Blaine Harden, colaborador del diario 'Washington Post'.
Durante su intervención en Washington (que tuvo lugar este martes), Shin confesó que tanto su madre como su hermano habían sido ejecutados en el Campo 14 en represalia, precisamente, por sus denuncias. "Al mismo tiempo, para mí no representaban más que otros presos, porque yo no tenía un concepto de familia", agregó.
"Me dirijo a ustedes: no se limiten a mirar a las personas que están indefensas y a pasar de largo", declaró. "Tengo la esperanza de que el régimen de Corea del Norte cambiará, aunque sea un poco, si la comunidad internacional se pronuncia y ejerce presión sobre ella", añadió.
AL MENOS 150.000 PRISIONEROS
Según un informe del Comité de Estados Unidos para los Derechos Humanos en Corea del Norte, se estima entre 150.000 y 200.000 el número de presos políticos encarcelados en campos de concentración similares a los antiguos 'gulags' soviéticos.
El informe, que se basa en los testimonios de 60 antiguos presos norcoreanos y antiguos guardias de seguridad, y que recoge con detalle --y con el apoyo de imágenes por satélite de las instalaciones-- los abusos perpetrados en estos campos, denuncia que los prisioneros se encuentran encarcelados sin proceso judicial y aislados del exterior por alambradas y vallas eléctricas.
Aparte, asegura el documento, los presos son sometidos a trabajos forzosos en minas y cultivos y la tasa de mortalidad entre ellos es muy alta debido a las ejecuciones, las torturas y la malnutrición.